El número de pacientes con un infarto agudo de miocardio que alertaron al sistema sanitario cayó un 31% entre la primera y la segunda quincena de marzo. En las dos primeras semanas fueron un total de 176 pacientes los que avisaron y en la segunda fueron un poco más de 120.
“Parece que los ciudadanos le tienen más miedo al coronavirus que al infarto”, indica la presidenta del Comité Científico del Código de infarto y Cardiología de la Unidad de Críticos Cardiovasculares del Vall d’Hebron, Rosa-María Lidón.
TRATAMIENTO PARA LOS ENFERMOS
La experta explica que este puede ser un “efecto colateral” del virus y recuerda la importancia de llamar al teléfono 112 ante cualquier síntoma, como el dolor torácico, que es el más frecuente.
Para la doctora, la pandemia ha influido de manera considerable en los pacientes con infarto agudo de miocardio porque los enfermos requieren de un tratamiento, la eficacia del cual va muy relacionada al tiempo que tarda en recibirlo.
BAJADA DE PACIENTES
Durante los primeros días de aislamiento los 10 hospitales de atención al Código de Infarto notaron una bajada considerable en el número de pacientes. Por este motivo, según recoge un informe que recoge los datos de los 10 hospitales de referencia para infartos de Cataluña, esta caída entre las dos primeras quincenas de marzo se ha mantenido en la primera de abril, con 89 pacientes –un 27% menos que las dos semanas anteriores–.