Barcelona celebrará este jueves un Sant Jordi aplazado tras no poder celebrarlo el 23 de abril por el coronavirus. En esta ocasión, la Diada de verano llega de forma atípica, sin paradas en el tronco central del paseo de Gràcia y aspirando a la venta de lecturas para el verano.
La Cambra del Llibre, que agrupa a gremios y asociaciones de editores, libreros y distribuidores, junto al Gremi de Floristes, decidieron que la fiesta se celebre en Barcelona sin paradas en el eje principal de la ciudad –que debía reunir un centenar de paradas– de acuerdo con las nuevas medidas sanitarias.
En el resto de la ciudad habrá 90 paradas –ante las librerías–, y en el resto de municipios se celebrará de acuerdo con la situación sanitaria existente en cada uno de ellos.
JORNADA "SEGURA Y SIN NINGÚN TIPO DE PELIGRO"
El presidente de la Cambra del Llibre, Patrici Tixis, aseguró hace varias semanas: "El Día del Libro es flexible y muy seguro, y no tiene ningún tipo de peligro", ya que la jornada tiene la voluntad de que sea un día disperso y sin concentraciones.
FIRMAS DE LIBROS
Algunas librerías, que tenían a autores para la firma de libros, han cancelado las firmas y han puesto a disposición de los compradores ejemplares ya firmados, como es el caso de Ona Llibres.
Allí donde se mantengan las firmas con los autores tendrán su propio protocolo: espacios de venta y firma separados; autores destacados por todas las comarcas; petición de cita previa para las firmas en las librerías que organicen la firma –y la anuncien unos días antes–; aparte, no se podrá tocar a los autores ni hacerse selfies con ellos, además de la obligación de utilizar gel desinfectante antes y después de la cola.
"TODO EL MUNDO PUEDE COMPRAR LIBROS"
La presidenta del Gremi de Llibreters de Cataluña, Maria Carme Ferrer, ha recordado que en cualquier caso, no colocar una parada no significa no celebrarlo porque las librerías y floristerías estarán abiertas: "Todo el mundo podrá ir a comprar libros", ha dicho Ferrer.