Barcelona crea una Red de Prevención del Suicidio
El plan se basa en la prevención y en el acompañamiento de las personas que lo sufren de cerca
6 agosto, 2020 12:54Noticias relacionadas
El Ayuntamiento ha creado en las últimas semanas la Red de Prevención del Suicidio de Barcelona. El plan del Ejecutivo local se basa en la prevención y en el acompañamiento de las personas que viven esta cuestión tan invisibilizada más de cerca.
Así lo ha asegurado la regidora de Salud, Envejecimiento y Curas, Gemma Tarafa, que ha presentado este jueves las dos primeras acciones de la estrategia del gobierno municipal para la prevención del suicidio en Barcelona: un teléfono de atención al suicidio y un punto de atención al suicidio.
PLAN DE CHOQUE
Estas medidas también hay que enmarcarlas en el plan de choque en salud mental que ha puesto en marcha el consistorio para hacer frente la crisis generada por la pandemia del Covid-19.
En la conferencia de prensa, le han acompañado el director del Plan Director de Salud Mental y Adicciones de la conselleria de Salud, Jordi Blanch; la patrona y directora de la Fundació Ajuda i Esperança, Esperança Esteve; y la presidenta de la asociación Després del suicidi-Associació de supervivents, Cecília Borràs.
LAS DOS MEDIDAS
Por lo que se refiere al teléfono de atención al suicidio, que será el 900 92 55 55, es una línea vinculada directamente al teléfono de la Esperanza, que funcionará 24 horas al día y los 365 días del año. En 2019 se han producido 110 llamadas con ideación suicida al teléfono de la Esperanza y 59 de ellos pudieron ser disuadidos a través del 010.
También se ha creado un punto de atención del suicidio, codirigida por la Asociación Catalana de Atención al Suicidio y la asociación Després del suicidi-Associació de Supervivents.
“Tenemos que salvar vidas y, por ello, tenemos que ser proactivos”, ha señalado, en un tono firme, Esperança Esteve.
MÁS VISUALIZACIÓN
El objetivo es “visibilizar una problemática que existe en nuestra ciudad”, ha asegurado Tarafa, tras asegurar que estas medidas son fruto de un trabajo conjunto entre asociaciones e instituciones.
Si nos fijamos en los datos, éstos ponen la piel de gallina a cualquiera. Y es que el suicidio es la primera causa de mortalidad entre los hombres de 15 a 44 años de edad y el segundo en esta misma franja en el caso de las mujeres en Barcelona.
Además, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por cada suicidio consumado hay 20 intentos de tentativa previos antes de llevar a cabo esta acción tan fatal para la salud de un ser humano.
MIEDO A IR A UN HOSPITAL
Por su parte, Blanch ha explicado que, normalmente, cuando un ciudadano lleva a cabo una tentativa de suicidio, y sobrevive al mismo, se dirige él mismo o es llevado a un hospital y entra registrado en el sistema de riesgo de suicidio a nivel catalán. Una vez allí, se le envía a un centro de salud mental de referencia, para que se le haga un diagnóstico más profundo.
El problema es que ahora con la crisis del Covid-19 hay miedo a ir a los centros hospitalarios y las personas que podrían cometer este tipo de acciones no acuden a estos lugares, por ser un potencial foco de contagio del virus.
Los principales factores de riesgo de suicidio en Barcelona son los eventos vitales estresantes, seguidos del trastorno mental y el sentimiento de desesperanza. Aunque, eso sí, “cualquier suicidio debería ser cero”, ha apostillado Blanch.