FOTOGALERÍA: Así es la feria de Navidad del Port Vell

La feria de Navidad del Moll de la Fusta, situado en el Port Vell, presenta una imagen mucho más triste y apagada que la del año pasado, que consiguió llegar al millón de visitantes.

Al evento, adaptado a las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus, acuden pocas personas. La mayoría se percatan de su existencia al pasear por la zona del puerto. A pesar de que la feria sigue contando con un gran árbol de 31 metros, que se ilumina con formas y colores al son de la música, la segunda edición de Navidad en el Puerto languidece.

SIN NORIA NI TIOVIVO

Debido a la situación por la pandemia del Covid-19, el Moll de la Fusta ha decidido apostar la iluminación, permitiendo así cumplir las medidas preventivas de higiene, de distanciamiento social y de seguridad por el contexto actual. Por eso, este año no hay ni noria ni tiovivo. Tampoco paradas con comida y bebida en las que los asistentes aprovechaban para cenar o picotear. 

Tal y como se puede ver en la fotogalería realizada por Metrópoli Abierta, tan solo unas palmeras decoradas con luces y un belén flotante de siete metros de altura instalado en las aguas del puerto, componen el conjunto navideño. Los barcos históricos del Museo Marítimo acompañan al imponente abeto situado en el enclave portuario. 

Feria de Navidad del Moll de la Fusta