'La Memoria eres tú': Un paseo por la Barcelona de la Guerra Civil

No es lo mismo conocer nuestra historia que andar por ella, y esa es la oportunidad que brinda a sus lectores La memoria eres tú (Roca editorial), el primer libro de Albert Bertran Bas (Barcelona, 1982), que desde el 4 de febrero ya puede encontrarse en las librerías.

Con la voluntad de narrar una novela de aventuras, la obra de Albert Bertran nos muestra de cerca la vida de Homero, un joven barcelonés de 15 años de familia más o menos acomodada que se queda huérfano al estallar la Guerra Civil. A lo largo del relato, el personaje se embarcará en una odisea por descubrirse y sobrevivir, en la que se irá cruzando con personajes emblemáticos como Robert Capa, Hemingway, Hitler, Machado o la Bella Dorita. Todo ello, mientras hace lo posible por seguir la pista a Cloe, una granjera magnética que le salva el pellejo al principio del relato y que se convertirá en el gran amor de su vida.

A CABALLO ENTRE REALIDAD Y FICCIÓN

A camino entre la realidad y la ficción, La memoria eres tú entrelaza anécdotas basadas en los recuerdos del abuelo del escritor con invenciones, mientras da cuenta de una retahíla de acontecimientos históricos que marcaron la historia de España. Así, se narra desde la entrada de las tropas franquistas en Barcelona, hasta la reunión entre Franco y Hitler en Hendaya, a la vez que Homero se pasea por la Ciudad Condal de la época, con sus noches locas de El Molino, la oscuridad del Raval o los colores de La Rambla. Además, se hace de una forma muy visual, transportando al lector a aquel ambiente. Y no es de extrañar, porque Bertran tiene formación de guionista. Licenciado en Periodismo, hizo un curso de Dirección de Cine en Nueva York y cursó un Posgrado de Guión, al que, de hecho, le debe el nacimiento de esta obra. Así lo cuenta el propio escritor en conversación con Metrópoli Abierta.

CÓMO SURGIÓ

“La historia de este libro lleva conmigo siete años, desde el primer curso del Posgrado de Guión. Yo tenía la idea de una historia que no tenía nada que ver donde salía un abuelo que contaba sus batallitas, y para un ejercicio de clase tuve que explicar con detalle quién era ese anciano. Relacioné anciano con mi abuelo y empecé a pensar en las anécdotas de su vida que me había ido explicando”.

Así es como surgió el párrafo que fue la chispa para escribir esta novela, y que es el texto que Roca editorial ha colocado en la contraportada: "Mi nombre es Homero y perdí a mi familia durante la guerra. He cruzado los Pirineos a pie con quince años camino del exilio. He crecido huérfano en las calles de Barcelona y he rozado la muerte en las cárceles del Uruguay. He bebido con Hemingway, he saludado a Hitler y he hecho el amor en el coche de Franco. Me han disparado por la espalda y me han disparado al corazón. He silenciado El Molino y me ha besado la Bella Dorita. He empuñado el cuchillo de Toro Sentado. He estado donde muere el viento y he dormido entre tesoros perdidos. Me han fusilado. He inspirado a genios y conocido a otros. He bebido hasta caer, he reído hasta llorar, he soñado, he robado y he matado. Y me he enamorado. Tres veces. Las tres de la misma mujer. Esta es mi historia. Esta es mi odisea."

Partiendo de este mismo texto, Bertran desarrolló un un guión que incluso llegó a llevar a alguna productora con el fin de producir una película. Finalmente no llegó a realizarse por el alto coste que comportaba, pero gracias a él creó La memoria eres tú.

BATALLITAS

Pero el nacimiento de esta obra no solo le debe mucho a ese posgrado, sino sobre todo a su abuelo y su tío abuelo, quienes le relataron toda una serie de anécdotas que sirvieron de base para muchos pasajes. Preguntado por cuáles de ellas son reales, el autor responde que como mínimo tres lo son. “La huida al exilio por los Pirineos es real, y también que fue acogido por unos campesinos, aunque no había ninguna Cloe. Que su padre estuvo encerrado en el buque prisión Uruguay también es cierto. Y aunque se enfada y me dice que él no hizo el amor en el coche de Franco, lo que sí que es verdad es que se echó la siesta en él”, explica Bertran.

También hay otras historias de la novela que aunque no están basadas en las batallitas que había oído en casa desde niño, tienen una base real, y ha sacado de algún documental o algo que ha leído. “No soy un historiador ni quería hacer un libro sobre la Guerra Civil, sino que soy un escritor de aventuras, pero sí que es cierto que el libro contiene muchos elementos reales y lo que hago es jugar un poco con la historia”, señala.

LAS DOS CARAS DE LA CIUDAD

Y así, jugando, nos muestra todas las caras de la Ciudad Condal de antaño. “La Barcelona que dibujo se dibuja con el protagonista. Hay un momento más gris de luces apagadas que no funcionan, sirenas sonando, bombas y calles destrozadas. Pero luego está la que resurge como el personaje cuando acaba la guerra, con sus verbenas, las salas de baile llenas y las ganas de vivir. Me imagino que es lo que pasara también cuando pase esta pandemia”, expone, y concluye que es un enamorado de la ciudad en que nació, y con este libro pretende rendirle un pequeño homenaje.

PLANES DE FUTURO

Preguntado por sus próximos proyectos, el escritor que se ha estrenado con la historia de Homero avanza que ya tiene un par de ideas para futuras novelas. Una de ellas, que dice tener “muy verde”, seguiría la misma dinámica que la recién publicada, haciendo un recorrido por la historia pero remontándose a una época anterior, concretamente unos 500 años antes. “Si en esta aparecen personajes como Hemingway o Machado, en esta otra saldrían nombres como Leonardo da Vinci o Copérnico”, puntualiza. La otra idea en la que trabaja alegrará a aquellos que como el propio escritor se enamoren del personaje de Cloe de su recién estrenado libro. “Sería una extensión de la Memoria eres tú, pero este personaje tendría más protagonismo porque es muy potente, de hecho, es mi personaje preferido y le puse su nombre a mi hija”, explica. Novelas a parte, Bertran también fantasea con que quizá algún día su primer libro pueda llevarse a la gran pantalla, al fin y al cabo, es así como nació.