La casa Domènec Coll, una esquina doblada hacia dentro

¿Cuántos chaflanes hay en Barcelona? Miles. Sí, miles de esquinas, con un plano de 20 metros y un ángulo de 45 grados, dibujadas por Ildefons Cerdà. Una, otra, otra más... y cuando, harta de mirar y de caminar, crees que ya las has visto todas, que todas son iguales, de repente, aparece una que te obliga a hacer un alto en el camino.

El cruce de Bruc con Diputació es una esquina partida en dos... o una esquina doblada hacia dentro. Sin duda, es un chaflán singular, una rara avis, resultado de la construcción de un edificio a partir de una solución arquitectónica poco habitual en el Eixample. ¿Cómo explicarlo?

El edificio, construido el 1886, es obra de Francesc Bruguera Díaz y se está enmarcado en el eclecticismo. La planta baja y el entresuelo siguen la alineación del chaflán, pero los pisos superiores enlazan perpendicularmente y confluyen en una torre poligonal -en el interior se encuentra la caja de las escaleras- coronada con una cúpula. Es la casa Domènec Coll

ESTRUCTURA SINGULAR

La elección de la singular estructura dio lugar a dos fachadas abiertas a la calle con unas galerías, más propias de las fachadas que dan al interior de los patios de isla, y decoradas con vidrios de colores: rojo, blanco, azul... La ligereza de estas dos fachadas abiertas contrasta con la sensación de pesadez del resto decoradas con estuco imitando sillares. Tanto las ventanas como la puerta de entrada presentan pilastras coronadas por un frontón de estilo clasicista.

El acceso principal desemboca en el vestíbulo y la torre central, en la que convergen las dos fachadas y donde está la escalera de acceso a los pisos. Qué tentación colarse en el interior solo por el placer de ver la ornamentación, según la documentación, a base de mosaicos hidráulico y estucos planchados a fuego de diferentes colores y formas geométricas.

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