Una villa de inspiración popular y barroca

Josep Puig i Cadafalch dejó su huella en la avenida del Tibidabo, concretamente en el número 48. Allí proyectó en 1901 una fantástica casa-jardín modernista de veraneo llamada Casa Muntadas e inspirada en las masías barrocas catalanas del siglo XVIII. Fue un encargo de Lluís Muntadas –de ahí su nombre–, ingeniero y fundador de la empresa Lámparas Z y miembro de una importante familia de empresarios textiles, además de promotor, junto al doctor Andreu, del Tramvia Blau...

Encaramada en la parte alta de la señorial avenida, es otro ejemplo más de casa unifamiliar aislada, una tipología constructiva que el arquitecto modernista desarrolló profusamente y que, según estudiosos de su obra, se enmarca en el “estilo blanco”.

La casa presenta un cuerpo único –solo sobresalen las dos tribunas laterales de madera y a dos niveles– cubierto con un tejado a dos aguas y coronamiento mixtilíneo, típico de las casas barrocas catalanas. Las fachadas están decoradas con esgrafiados florales elegantes y sin excesos. Las chimeneas presentan figuras

GEOMETRÍAS, ARCOS Y 'TRENCADÍS'

El acceso a la villa se hace a través de la puerta que da a la avenida del Tibidabo, en el muro de contención de tierras. Originalmente ya contaba con dos plantas. La primera reforma llegó en 1950: el edificio pasó a convertirse en vivienda plurifamiliar, se deformaron los volúmenes del tejado y de la fachada posterior, y desapareció el cuerpo de la escalera original. En 1968 se reformó la segunda planta y tres años después, la primera. Y en 1993, con la reforma de la planta baja, se restauraron las fachadas, muy deterioradas.

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