A 50 kilómetros de la ciudad. Es la distancia a la que se encuentra el macizo del Montseny respecto a Barcelona, y ahí es precisamente hasta donde llega la contaminación del tráfico de coches y motos de la capital catalana, según un estudio elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF).

El documento se ha publicado en la revista científica Atmospheric Environment y alerta de que en el Parc Natural del Massís del Montseny se han hallado compuestos químicos procedentes del tráfico de Barcelona. De hecho, el informe sentencia que estos tóxicos se originan en la ciudad por la quema de combustibles "y son transportados por las brisas marinas".

OZONO TROPOSFÉRICO Y AEROSOLES

Segùn Ana María Yáñez-Serrano, autora principal del estudio e investigadora del IDAEA-CSIC, la contaminación del tráfico está "modificando la composición química atmosférica" en el Montseny y está "favoreciendo la producción de ozono troposférico y aerosoles", que además de ser tóxicos pueden perjudicar otros procesos fundamentales como la polinización.

La científica alerta de que el ozono troposférico es muy nocivo para plantas, animales y seres humanos y que puede afectar negativamente a la producción agrícola.