Hoy en día la tecnología forma parte de nuestro día a día de diversas formas. Y es que la mayor parte de la población hace uso de algún dispositivo tecnológico desde primera hora de la mañana. De hecho, usar un reloj-despertador para levantarse es una práctica cada vez más en desuso, ahora el teléfono móvil puede realizar todas estas funciones. 

Esto mismo ocurre con el transporte. Si en el pasado el mapa era la herramienta reina para la geolocalización, actualmente se hace gracias al uso de programas de localización. Estos softwares utilizan satélites no solo para medir las distancias y tiempo estimado, sino también para conocer cuantas personas hay en un lugar. Esto se realiza gracias a las conexiones móviles que permiten saber cuantos usuarios se encuentran en cierto lugar en un momento concreto.

EL USO EN LA CIUDAD CONDAL

Estas nuevas innovaciones son muy adecuadas para las grandes ciudades, como Barcelona, ya que suelen disponer de más tráfico que otras, debido a la población con la que cuentan. Además, permiten elegir entre diversas rutas, ya sea en transporte público, en bicicleta o andando.

Cabe puntualizar que en horas puntas el uso del transporte público puede hacer un trayecto más largo. Mientras que escoger un transporte alternativo como la bicicleta (o nuestras propias piernas) nos pueden ayudar no solo a salvar tiempo, sino a descubrir bellos paisajes con el mar al fondo como el que podemos ver en el trayecto que va desde la Avenida del Paseo de Gracia, pasando por la Plaza de Cataluña, las Ramblas y el Port Vell. Además, todas estas rutas son accesibles para todos los usuarios de la aplicación Google Maps, una de las más usadas a nivel mundial.

AYUDA ELECTRÓNICA 

Podríamos decir que la incorporación de aplicaciones que nos permiten elegir rutas hacia nuestro destino se han vuelto muy populares en los últimos años. Aunque Google Maps es la más común, existen otras alternativas a la misma como Waze u OpeenStreetMap, entre otras muchas. Y es que el uso de estas nos ahorra tiempo, encontrando el camino más corto, y el menos saturado por gente en cada momento.

Además, sirven de guía para conocer otros caminos alternativos en los que podemos descubrir otros lugares como el Paseo de Gracia. Una de las zonas dignas de ver en la Ciudad Condal, ya que cuenta con las mejores tiendas de diseño, el famoso mercado de La Boquería en la Rambla en el que podrás disfrutar de uno de los mejores restaurantes italianos de toda la ciudad, o el mismísimo acuario que se encuentra en el Port Vell.

DIGITALIZACIÓN

No extraño que el sector del transporte y del turismo se hayan unido a este proceso de digitalización. Un ejemplo de ello, es el caso del contenido audiovisual, donde existen Escape Rooms que ya utilizan Realidad Virtual, como es el caso de Maximum Escape, ubicado cerca de Plaza Cataluña.

Por otro lado, la industria del entretenimiento ha pasado de ofrecer la opción de disfrutar de los últimos estrenos en la gran y pequeña pantalla a poder acceder a este contenido en cualquier momento y lugar gracias a los servicios de contenido en streaming que se han popularizado durante los últimos años.

El avance de la digitalización no para aquí, pues hay otros sectores que han sabido adaptarse a esta nueva corriente como es el caso de los juegos de azar, que, además de seguir estando disponibles en los establecimientos tradicionales, también lo están a través de la red.

JUEGOS GRATUITOS

En ellos no solo se puede disfrutar de juegos clásicos, sino también de juegos de blackjack gratis y en vivo, cuyo streaming ofrece la posibilidad de interactuar con un crupier real y sentir una experiencia muy similar a la que sentiríamos si estuviéramos en un casino físico.

Así, la tecnología puede facilitar bastante la vida. Ya sea gracias a funciones tan sencillas como la de la alarma que comentábamos en la introducción de este artículo, la posibilidad de encontrar la mejor ruta e incluso favoreciendo el acceso a las diversas opciones de entretenimiento. El usuario elige el camino que se desea realizar en cada momento. Ya sea para disfrutar de un paseo, ir a trabajar o para divertirse.

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