Obach, la sombrerería "de toda la vida"

De hombre y de mujer. De ala corta o Trilby, Player, PorkPie, Fedora, Bogart o Borsalino, de viaje, campana, pamela, sombrero de playa, cloché... Sombreros de todos los modelos, pero también gorras, boinas y barretinas. Y para gustos, los colores que cobren con glamur el escaparate de la Sombrerería Obach, en el número 2 de la calle del Call, en la esquina con Banys Nous.

Esta empresa familiar, fundada en 1924, se ha ganado a pulso un lugar destacado entre los llamados establecimientos emblemáticos de Barcelona y la etiqueta popular de sombrerería “de toda la vida”. De hecho, el Ayuntamiento de Barcelona le otorgó en 1994 un diploma y una placa, en el marco de la campaña “Barcelona posa’t guapa”, de aquel mismo año. Un reconocimiento al esfuerzo de varias generaciones: la tercera regenta actualmente el negocio y la cuarta ya trabaja también detrás del mostrador.

Obach comenzó vendiendo solo sombreros de mujer y, posteriormente, solo fue de hombres. Hoy, sin embargo, se pueden encontrar sombreros para ambos sexos y para todas las edades. Parecía que el sombrero estaba de capa caída, pero Obach consiguió mantenerse siempre ahí, en lo más alto en su especialidad. Ha conservado el mobiliario original y los clientes de toda la vida, los abuelos van allí a comprar las boinas y gorras cada año. Además, la moda hipster ha conseguido que los jóvenes vuelvan a llevar gorra o incluso sombreros pequeños. Y son muchos los turistas que van a parar allí siguiendo las rutas recomendadas en las guías de viajes.

La estructura exterior del establecimiento está montada sobre un zócalo de mármol oscuro. Tiene varios escaparates enmarcados de madera y dos puertas de acceso que forman un pequeño vestíbulo con escaparates de espejo curvo. Un cajón continuo de forja remata y unifica el conjunto de escaparates. Un letrero enmarcado con molduras simples, anuncia el nombre dela tienda con caracteres esgrafiados sobre un vidrio oscuro. En cuanto al interior, se conserva un azulejo de roble americano sobre unas patas de hierro forjado, las cajas de madera para los sombreros, el azulejo, los armarios y los estantes.

Uno de los clientes más notables que tuvo la sombrerería Obach fue Leopoldo Fregoli actor italiano conocido por sus habilidades como transformista.

En la novela de Carlos Ruiz Zafón, La Sombra del Viento, es la Sombrerería Fortuny, regentada por Antoni Fortuny, uno de los personajes esenciales.

Exterior de la sombrerería Obach / INMA SANTOS

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