Más del 60% de los sintecho de Barcelona llegaron a la ciudad con casa

El 49% de las personas que duermen al raso en Barcelona y que no han vivido siempre en la ciudad –tres de cada cuatro–, llegaron con el objetivo de buscar un trabajo, según una encuesta realizada por la Fundació Arrels a 367 personas sin techo en la capital catalana a finales de noviembre del 2020.

El director de Arrels, Ferran Busquets, ha afirmado que esta cifra desmonta prejuicios y que no comparten que se hable del efecto llamada de la ciudad por sus servicios sociales. De hecho, también han aparecido como motivos principales de estas personas para trasladarse a Barcelona tener una mejor calidad de vida (25%) o reencontrarse con amigos y familiares (18%).

PREJUICIOS, EMPLEO Y ORIGEN

De las personas encuestadas, el 26% ha dicho que ya vivía en la calle antes de llegar a la ciudad, mientras que un 61% empezó a dormir al raso cuando ya vivía en Barcelona. Busquets ha detallado que estas cifras demuestran que la gente llega por otros motivos, no lo consiguen y acaban más rápido en la calle por la falta de red de contactos en la ciudad.

Sobre el origen de las personas que duermen al raso y no han vivido siempre en Barcelona, un 34% viene de fuera del Estado, el 22% lo hace desde algún municipio español, un 20% desde algún municipio catalán y un 11% no contesta.

Carteles de "ayuda" de uno de los sintecho que duermen en las calles de Barcelona / PABLO MIRANZO - MA

SITUACIÓN ADMINISTRATIVA

Arrels ha considerado que estar empadronado es "imprescindible" para acceder al sistema de protección social como la tarjeta sanitaria o un alojamiento.

La abogada y miembro del equipo jurídico de la Fundació, Esther Meya, ha mencionado la brecha digital como un agravio de la situación: "Para la mayoría de estos trámites, y más después de la pandemia, hay que pedir cita previa mediante un ordenador o por teléfonos que están colapsados, por lo cual estas personas quedan fuera del circuito si no hay entidades que les ayuden".

Por su parte, Busquets ha defendido que los municipios "se tienen que poner las pilas" para atender a las personas de su propia localidad porque, aunque no lo considera el factor más significativo, es muy grave que haya alguna persona desatendida en municipios más pequeños, a su parecer.