Arte contemporáneo a ritmo de Metrònom
Rafael Tous convirtió un antiguo almacén de jamones curados en una sala de arte para artistas emergentes
18 octubre, 2021 00:00Noticias relacionadas
Máquina, a modo de reloj, para medir el tiempo e indicar el compás de las composiciones musicales…. ¡Metrónomo! En catalán, Metrònom. Ese es el nombre con el que se bautizó un edificio de un solo piso, situado en la calle Fusina, junto al Mercat del Born. Levantado entre medianeras y de una única planta, se convirtió en sala de arte contemporáneo en 1984, cuando el mecenas Rafael Tous trasladó allí la actividad cultural que hasta entonces llevaba a cabo en otro espacio de Sarrià-Sant Gervasi.
En la fachada destacan cinco grandes arcos de medio punto con piedra moldurada. Entre cada uno de ellos se levanta una pilastra coronada por capiteles cuadrangulares y elementos decorativos de hojas. La cornisa se sujeta mediante sencillas fajas, y una barandilla calada de piedra corona el edificio. Sobre este, un frontón subelipoidal con la cifra 1918 esculpida en números romanos; posiblemente la fecha de instalación del frontón, pues el edificio es de finales del siglo XIX. Antiguamente fue un almacén de jamones curados cuyo olor desterró al olvido la tienda de productos indios que lo precedió. Pero eso fue antes…, Antes de que la Fundación Metrònom Rafael Tous Art Contemporary ocupara la nave con un concepto pionero en el panorama artístico barcelonés de los años 80.
DE ALMACÉN DE JAMONES A SALA DE ARTISTAS EMERGENTES
Durante 23 años, fue uno de los espacios de la ciudad con una programación poco convencional, vanguardista y de renombre internacional, muy en la línea de lo que sucedía a nivel artístico en ciudades como Londres, Berlín y Nueva York. El arte conceptual, al que Tous estaba muy vinculado desde los años 70, fue uno de los principales ejes de esta sala, pero no el único, ya que por ella desfilaron exposiciones, muchas veces arriesgadas, vinculadas a la plástica, la instalación, el vídeo, la fotografía, la música experimental, la danza contemporánea, el teatro, el cine o la performance. Metrònom fue una auténtica plataforma experimental y de producción que apoyó a los artistas emergentes.
En el 2006, la sala cerró por motivos económicos. Actualmente se alquila como sala de fiestas y de exposición pero, de manera excepcional y muy recientemente, el MACBA ha hecho posible la reapertura de Metrònom para instalar de nuevo –ya estuvo en la sala, en 1989– la pieza Puertas de Linares, de Jordi Benito, con motivo de la exposición de la donación de la colección Rafael Tous al museo, el pasado verano.
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