La Rambla de Barcelona ha sido siempre un lugar de peregrinación y no precisamente por los aficionados blaugranas que se dirigen en ocasiones a la fuente de Canaletas. La "otra" peregrinación se remonta a la Edad Media, cuando miles de personas de toda Europa empezaban en Barcelona un viaje hasta Galicia. Unos peregrinos que pisaban la ciudad, distinta en aquella época a como la conocemos hoy, y que llegaban hasta Montserrat para continuar el camino hacia Santiago de Compostela.
A partir de hoy, los peregrinos que inicien este viaje ya cuentan con un punto de partida. Este viernes, 26 de noviembre, miembros del Gobierno Local y el Centro Galego de Barcelona han inaugurado la señalización del Camino de Santiago. El acto ha tenido lugar en la Rambla de Santa Mónica, junto al Portal de la Pau. Decenas de personas, incluso curiosos, se han acercado a observar la característica flecha amarilla, que ya señala el camino a la gallega Santiago de Compostela.
CUATRO AÑOS DESPUÉS
La propuesta de señalizar el Camino nació en el 2018. Ese año, el Centro Galego presentó en el Parlament la iniciativa, que tuvo una muy buena y calurosa acogida. Desde entonces, han sido varias las entidades y asociaciones que han aportado su granito de arena: desde los propios socios del Centro Galego hasta la Asociación de Amigos, Vecinos y Comerciantes de la Rambla.
El regidor socialista, Joan Ramon Riera, ha explicado la anécdota de que el proyecto se impulsó en una "comida" con amigos del Gobierno Municipal, que define como "muy provechosa".
CAMÍ DE SANT JAUME
El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, también presente en el acto, ha recalcado la especial ilusión que le hacía estar presente: "Primero porque me llamo Jaume y, segundo, porque yo también soy peregrino". Riera, por su parte, desconocía que el Camino empezaba en ese punto en concreto de las Ramblas y ha añadido, con un toque de humor, que aprende "algo nuevo cada día en esta profesión".
Collboni ha asegurado, por otra parte, que el evento de este viernes era tan solo "la primera piedra en el camino" y que seguirán trabajando para estrechar aún más los lazos entre Galicia y Cataluña.
CIENTOS DE MILES DE PEREGRINOS ANUALES
En representación de la Xunta de Galicia, Cecilia Pereira ha aportado unos datos más que sorprendentes: "En el año 2019, antes de la pandemia, llegaron a Santiago 350 mil peregrinos de 187 países diferentes. En el 2020, por primera vez en la historia, el Camino se cerró y en febrero de ese año solo 14 consiguieron su compostela". Unas cifras que muestran la decadencia de este viaje, religioso o no, que cada año emprendes miles de peregrinos.
Sin embargo, la evolución tiende al alza y es positiva: este 2021 ya han peregrinado a Santiago unas 170 mil personas. "Gracias a Dios y a Santiago", ha dicho Pereira.
MULTICULTURAL Y DIVERSO
"El proyecto beneficia a la ciudad", asegura el presidente del Centro Galego en Barcelona, Carlos Mandianes. Y lo tiene claro: a su parecer, el Camino moviliza a mucha gente y "más del 50% de peregrinos lo realizan por motivos no religiosos".
Una señal, por lo tanto, que pone de manifiesto la cooperación entre comunidades. De hecho, incluso el Palau Güell incorporó el gallego en las videoguías de las visitas. "Un ejemplo de cómo el trabajo conjunto consigue un resultado que nos beneficia a todos", ha dicho Mandianes.