Bienvenidos al Turó de Monterols, el cerro a las afueras de Barcelona sobre el que se construyó Sant Gervasi de Cassoles. Cuesta creerlo, pero no era más que una villa prácticamente agrícola con una población totalmente dispersa hasta que a mediados del siglo XIX la burguesía barcelonesa puso los ojos en ella y se lanzó a la conquista de sus tierras para construir sus residencias de veraneo.
"- ¿Y tú dónde vas de vacaciones?
-Oh, pues mi familia se ha hecho una casita en Sant Joan d’Horta.
-Ah, pues nosotros partimos mañana para Gràcia hasta que acabe el verano. Y tu Sagnier?
-Bueno, pues por fin hemos acabado de arreglar la masía en Sant Gervasi...”
DERRIBO DE LA CONSTRUCCIÓN ANTERIOR
Pura ficción, pero esta podría haber sido perfectamente una conversación de esa época. Lo que sí es cierto es que la familia Sagnier tuvo su residencia de veraneo de 1894 a 1936 en Sant Gervasi. La Casa Sagnier que se conserva actualmente es obra del arquitecto Enric Sagnier i Villavecchia, uno de los hijos del propietario. Su padre le pidió en 1900 que derribara la antigua casa para construir una nueva que tuviera 12 habitaciones, una capilla y una sala de juegos.
Dicho y hecho. Enric construyó para la familia un edificio de tres plantas, de estilo ecléctico en el que combinó con total libertad creativa elementos, góticos e historicistas, como la ventanas ojivales, las gárgolas, de inspiración oriental como las almenas del coronamiento, y otros de influencia modernista, como los relieves vegetales o las decoraciones florales de hierro forjado.
PISTA DE TENIS Y TREN DE VAPOR
Un auténtico palacete romántico con un enorme jardín, del que se conserva aún una parte, habilitado hoy como parque público, y en el que originalmente había una pista de tenis y un tren de vapor en miniatura. La finca anexa, sobre la que se levanta actualmente el Instituto Montserrat, era propiedad de los Villavecchia, emparentados con los Sagnier.
Al inicio de la Guerra Civil la casa quedó desocupada hasta 1955, cuando se instaló en ella el colegio mayor femenino Virgen Inmaculada, que funcionó hasta 1981. De 1985 a 1996, acogió la sede del Centro de Estudios Históricos Internacionales. Luego permaneció cerrada hasta que el Ayuntamiento la convirtió en el actual centro cívico, en 2007. Ah, no penséis que Sagnier desobedeció a su padre y no cumplió su deseo de dotar la casa de una capilla. Estar está, pero reconvertida en sala de actos.
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