La hache monumental de la Aduana del Puerto
Sagnier i Villavecchia diseñó un edificio de estilo ecléctico de líneas clásicas y conservadoras, con una rica ornamentación a cargo de Eusebi Arnau
24 febrero, 2022 00:00Noticias relacionadas
Desde la pasarela de madera que conduce al Maremágnum, su silueta se dibuja monumental se dibuja en todo su esplendor sobre el fondo azul del cielo, el mismo que al atardecer le da al edificio un toque tétrico y de misterio, con los grifos y las águilas vigilantes en lo alto. Es el antiguo edificio de la Aduana del Puerto de Barcelona, que se levanta en el paseo de Josep Carner, 27-29, frente a las Drassanes, en el barrio del Raval, justo delante del Port Vell --el antiguo puerto de mercancías--, junto al Moll de la Fusta.
Conocida con el nombre de Nueva Aduana, sustituyó las antiguas dependencias, ubicadas en el que luego fue la sede del Gobierno Civil (actualmente, en desuso). El enorme edificio, construido entre 1896 y 1902, es obra del arquitecto Enric Sagnier i Villavecchia en colaboración con Pere Garcia i Fària, especialista en el saneamiento de la ciudad e ingeniero de caminos, canales y puertos. Arquitectónicamente sigue el habitual estilo ecléctico del autor. ¡Quién fuera gaviota! Solo así podríamos observar la estructura en forma de hache que le confieren sus dos cuerpos paralelos unidos por otro transversal.
EDIFICIO EN FORMA DE H
¿Y por qué en forma de H? Pues porque la idea inicial de los técnicos de aduanas era que las mercancías entraran por uno de los extremos, pasaran por el salón de reconocimientos y salieran por el otro extremo. Sin embargo, en la práctica, los trámites burocráticos impidieron esa utilización tan racional.
Visualmente, el edificio presenta dos caras muy diferenciadas. La parte que da al mar, de menor altura, adquiere una tipología de nave industrial. El cuerpo principal, sin embargo, parece un palacio, con su fachada monumental que recuerda la arquitectura centroeuropea. Está profusamente decorada con motivos clásicos –principalmente de orden jónico— y rematada con escudos de Barcelona, Cataluña y España, así como dos águilas y dos grifos, obra de Eusebi Aranau.
ESTILO CLÁSICO Y CONSERVADOR
Una vez más, Sagnier i Villavecchia, regresaba en este edificio a las líneas clásicas y más conservadoras, características de un estilo ecléctico muy rico ornamentalmente, a base de elementos clásicos como columnas, frontones, relieves, esculturas…
Las actuales aduanas han sido trasladadas al puerto de mercancías de la Zona Franca, ya que, con el crecimiento de la ciudad, este edificio, que albergó las Antiguas Aduanas durante más de medio siglo, había quedado en medio de la zona turística.
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