Bicicletas que se amontonan en las estaciones del centro de la ciudad, mientras que las que se encuentran en los barrios más altos se vacían enseguida por la mañana. Es una imagen habitual para los usuarios del Bicing, sobre todo desde que terminó el confinamiento en la primavera del 2020 y el número de abonados comenzó un aumento meteórico: de los 113.796 que había en 2019 a los 131.058 con los que se cerró 2021.
El incremento en el número de clientes todavía está lejos del máximo histórico de 2009, cuando se contabilizaron 182.062, pero se sitúa muy por encima de los 95.168 con los que tocó fondo en 2015. De los casi 114.000 que hay actualmente, el Bicing calcula que unos 51.000 se desplazan cada día con una de sus bicicletas. Y para ellos hay disponible una flota de 7.000 vehículos y 519 estaciones, que en las horas punta parece llegar a su límite.
Fuentes del Bicing aseguran a Metrópoli que la disponibilidad media del servicio es del 90%, y que solo en un 10% de los casos –normalmente horas punta– los usuarios tienen que esperar a que haya una bici disponible. Aun así defienden que, al ser individual, "a veces puede comportar que se entienda como un sistema que se tiene que adaptar a la inmediatez de la demanda personal" . "Si es así, en situaciones de alta demanda puede ser difícil compaginar esta necesidad, ya que es un transporte compartido que se basa en la rotación", añaden.
Para minimizar los efectos de estos picos de demanda, las mismas fuentes explican a este diario que se han configurado nuevos "clústeres territoriales de tres o cuatro estaciones muy próximas con sinergias similares" para repartir el número de bicicletas en el caso de falta de vehículos o de anclajes en una de las estaciones. Detallan también que pronto la app SMOU incluirá un servicio que informará sobre la "predicción de disponibilidad de bicis y anclajes". Aun así, insisten en que la mejor medida es planificar antes los recorridos.
¿CÓMO LO RESUELVEN OTRAS CIUDADES?
Barcelona no es la única ciudad europea con sistema de bicis compartidas que experimenta este problema. En París intentaron resolverlo hace más de 10 años ofreciendo 15 minutos gratuitos a las personas que conduzcan con la bici a una estación a mayor altura que donde la recogieron. Además, la región metropolitana tiene 23.000 vehículos y 1.800 estaciones, situadas aproximadamente a una distancia de 100 metros entre ellas. Y en Estocolmo, las autoridades locales se han comprometido a colocar una estación de bicis junto a cada parada de metro. Así, según el gobierno, aumentarán la conectividad y la disponibilidad y combinarán el uso de ambos servicios en una única tarjeta.
CADA DÍA REPARAN 300 BICIS
De media, unas 300 bicicletas pasan cada día por el taller. Unas 100 por mantenimiento preventivo, y unas 200 para algún tipo de reparación. Antes del cambio a las nuevas ruedas Tannus, lo más habitual eran los pinchazos. Ahora, problemas en los frenos y el timbre. Desde el Bicing insisten en "contextualizar esta actividad con la media de usos, de entre ocho y nueve al día en el caso de las eléctricas y de seis al día para las mecánicas, una de las rotaciones más altas en los servicios de bicis compartidas".
INCOMPATIBILIDAD CON EL NUEVO 'BICING' METROPOLITANO
Sobre la posibilidad de unir el Bicing a otros servicios similares más allá de los límites de Barcelona habló la semana pasada Antoni Poveda, vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que planea poner en marcha una nueva plataforma de bicis compartidas, con 2.800 vehículos y más de 300 estaciones, a principios de 2023.
Pero el proyecto del AMBici, el bicing metropolitano que estará presente en una quincena de localidades, no será compatible con el de la capital, al menos hasta 2028, cuando terminarán las licitaciones actuales y se podrá convocar un concurso público único. Mientras esto no ocurra, el AMB planea colocar algunas de las estaciones de este nuevo servicio muy cerca de las que estén situadas en los extremos de Barcelona, para facilitar que los usuarios hagan transbordo de una bici a la otra.