La escultura de Jaume Plensa L'Escullera vuelve a estar unida 23 años después en Barcelona. Se trata de uno de sus primeros trabajos en su ciudad natal y ha quedado instalado con sus tres elementos en la avenida Via Júlia, en el distrito de Nou Barris.
ESCULTURAS SEPARADAS
El monumento se instaló en 1988 con la urbanización de la plaza Francesc Layret, en el barrio de Verdum, con la voluntad de "monumentalizar la periferia", siguiendo las ideas del arquitecto y urbanista Oriol Bohigas, entonces delegado de urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona. La idea original del autor era situar las tres figuras antropomórficas, que representan a una familia, sobre una base de agua formada con grandes piedras amontonadas, como si se tratara del rompeolas de un puerto.
Durante once años estuvieron en la plaza hasta que se construyó un aparcamiento subterráneo y las esculturas se separaron y se recolocaron de manera dispersa en 1999 en puntos próximos: la pieza más grande se trasladó a la acera del lado mar de la Via Júlia y las otras dos en medio de los parterres que descienden hacia la plaza Àngel Pestaña.
ABANDONO DE LA OBRA
Las diferentes partes han permanecido degradadas y abandonadas desde, al menos, hace más de una década. Tal y como se puede ver en las imágenes que publicó Metrópoli, la escultura estaba llena de botellas, latas, papeles y bolsas. Incluso en el interior de una de los fragmentos había restos de un carro, mientras que en otro de ellos se podría ver una alfombra. La situación no es nueva.
El regidor de Nou Barris, Xavier Marcé, ha explicado en el acto de reinauguración del conjunto que esta intervención ha buscado "reorientar las tres piezas de modo que las figuras mantengan una interlocución entre ellas". Antes de reunir las tres piezas de hierro fundido, el Ayuntamiento las ha saneado y se han aplicado tratamientos de protección para una mejor conservación futura. El consistorio ha aceptado que en el pasado habían sido "víctimas de actos de incivismo".
LUGAR DEFINITIVO
En el mismo acto, Jaume Plensa se ha mostrado agradecido a Nou Barris por haber recuperado el sentido original del conjunto y ha recordado que la figura más grande se expuso un tiempo en el Palau Robert y la mediana en la Fundación Miró. "Es una pieza un poco nómada y quizá ahora ha encontrado su lugar definitivo", ha repuesto el artista.