El ‘ejército’ de Barcelona Global para relanzar la ciudad en el mundo

¿Un grupo de emprendedores y empresarios para conectarse entre ellos y buscar oportunidades conjuntas? Sí, y todo lo contrario, o muchas otras cosas más. El lobi empresarial Barcelona Global ha renovado parte de su comisión ejecutiva, con una nueva presidenta, Maite Barrera, con el objetivo de relanzar la ciudad en el mundo y con una obsesión que está relacionada: “retener el talento” que ya existe en la ciudad y facilitar que pueda aterrizar con mayor garantías el europeo, el norteamericano o el asiático. En su haber, en los últimos meses, se encuentra la sede para Barcelona de la Copa América de Vela, para 2024, y el impulso del International Welcome Desk, la primera oficina de información y trámites que facilita el aterrizaje en la ciudad de inversores.

La entidad, de carácter privado, ha colaborado de forma estrecha con las administraciones, en especial con el área económica del Ayuntamiento de Barcelona, con el equipo del primer teniente de alcalde, Jaume Collboni. La iniciativa de la oficina de inversiones ha sido apoyada, desde el primer momento por Collboni. “Quienes quieran iniciar un proyecto en la ciudad van a encontrar en el Ayuntamiento de Barcelona a un aliado”, señalaba con el anuncio de esa Oficina de Atención al Talento, que alentó Barcelona Global.

LA INCIDENCIA EN LA FISCALIDAD

Sin embargo, la otra pata del equipo consistorial, los comunes, han defendido en los últimos años otro modelo. Lo significativo, según las fuentes municipales consultadas, es que en los últimos meses el equipo de la alcaldesa Ada Colau “ya no dice que no”, y, a un año de las elecciones, se aferra a todas las iniciativas que han resultado un éxito como la designación de Barcelona como sede de la Copa América de Vela.

Barcelona Global trabaja en esa única dirección, la de favorecer las inversiones en la capital catalana. La presidenta durante los dos últimos años, Aurora Catà, ha buscado todas las conexiones posibles, gracias a una buena agenda, y al trabajo persistente también del director general, Mateu Hernández. Lo que se buscaba se ejemplifica con dos iniciativas: el proyecto de ley de startups, para mejorar la fiscalidad y la burocracia que permita atraer talento y el proyecto de internacionalización de la educación superior que persigue un aumento significativo de los estudiantes extranjeros en Barcelona.

El proyecto de ley de startups sigue su tramitación y la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, se ha comprometido a que esté lista en septiembre, con la incorporación de medidas que ha defendido Barcelona Global, como la eliminación de trabas a los inversores extranjeros. La medida elimina la obligación al inversor internacional de tener que pedir un NIE para realizar esas acciones. Lo que se exige es un NIF, que aporta la Agencia Tributaria, con un procedimiento más rápido por el que será suficiente para aportaciones que lleguen del extranjero.

IMPUESTO DE SOCIEDADES

En la ley del Gobierno también se prevé una deducción del Impuesto de Sociedades de hasta el 15%, lo que supondría una bajada de diez puntos, desde el 25%. Eso sería aplicable a los nuevos negocios que se emprendan y regulado por un máximo de cuatro años. Otra de las características de la ley es que será más atractiva una inversión nacional. Se elevará la base máxima de reducción de los actuales 60.000 euros al año, a los 100.000 euros. Y se incrementará el porcentaje de deducción del actual 30% al 40%.

Barcelona Global elaboró sus propuestas, para ejercer esa influencia en el Gobierno, junto a diferentes despachos de abogados, como Cuatrecasas, Deloitte, Gómez-Acebo y Pombo, KPMG, Roca Junyent o Uría Menéndez, entre otros, lo que muestra esa capilaridad de la entidad con la sociedad civil y el tejido económico.

Catà, que dejó su puesto la pasada semana que ha recogido Maite Barrera, señaló una de las características de la entidad: “Somos una asociación que no solo piensa, sino que actúa”. La idea de la acción, de buscar una traducción práctica directa en lo que se defiende, es una de las obsesiones de Barcelona Global. ¿Lobi con todas las consecuencias? La idea de influencia, de buscar acercamientos con los decisores, de convencer a la administración que tenga la competencia, no se esconde por parte de la entidad, en consonancia con todas las asociaciones y grupos de presión que trabajan en Bruselas, la capital comunitaria.

Barrera, empresaria tecnológica, fundadora de Bluecap y miembro del comité ejecutivo del grupo Globant, un unicornio tecnológico cotizado en Nueva York, ha renovado parte de su dirección ejecutiva en Barcelona Global. Lo que se busca es una representación de una nueva economía que triunfa en la ciudad, junto con empresarios más vinculados a la industria local, como Sergi Ferrer-Salat, del grupo farmacéutico Ferrer, y que ha invertido también en cultura, con el impulso de las librerías Finestres en el centro de Barcelona.

En esa comisión ejecutiva aparece Oscar Pierre, CEO de Glovo; el futbolista e inversor Gerard Piqué, o Eloi Planes, presidente ejecutivo de Fluidra. Y también Josep Tabernero, director del Instituto de Oncología de Valle Hebron o Enric Asunción, CEO de Wallbox.

Con la idea de trabajar más en clave interna, que con una proyección exterior mediática, Barcelona Global se ha consolidado como un agente económico central, sin ser ni una patronal ni un think tank político y económico. Pero con la pretensión de reunir todas esas características.