Éxito absoluto en el Hospital Clínic de Barcelona: se ha convertido en el primer centro sanitario de España en llevar a cabo un trasplante de riñón a un paciente de 90 años con resultados satisfactorios.
El paciente se llama Agustí Rovira, tenía una insuficiencia renal crónica, estaba en programa de hemodiálisis, llevaba cuatro años en lista de espera y tras unas semanas de haberse hecho la cirugía, se encuentra bien, se está recuperando y tiene una mejor calidad de vida que antes de la intervención, según ha explicado los médicos que le han intervenido.
TRASPLANTE LIDERADO POR EL SERVICIO DE UROLOGÍA DEL CLÍNIC
El trasplante se hizo hace dos meses y realizaron profesionales del Servicio de Urología del Clínic, dirigidos por Antonio Alcaraz, y de la sección de trasplantes del Servicio de Nefrología, liderada por Fritz Diekmann, mientras que la encargada de la cirugía del trasplante fue Mireia Musquera.
Alcaraz ha destacado que "la complejidad de un trasplante de estas características es un hecho excepcional que demuestra la gran capacidad humana y técnica que existe en el Clínic con el objetivo de individualizar los tratamientos y mejorar la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia renal crónica".
"NO HAY BARRERAS DE EDAD PARA LA DONACIÓN"
Por su parte, Fritz Diekmann ha asegurado que "hoy en día no hay barreras de edad para la donación y el trasplante de riñón, pues la posibilidad de trasplantar depende mucho más de la edad biológica que de la cronológica. La mejora en la calidad de vida del paciente trasplantado es abismal, a pesar de su avanzada edad".
Agustí Rovira ha explicado que antes del trasplante tenía una vida muy activa y era un amante de los viajes, pero poco a poco se empezó a notar más cansado y en las revisiones con el equipo de urología le alertaron de que tenía unos pequeños nódulos en el riñón, que de entrada no tenían que provocarle ninguna complicación grave.
Sin embargo, con el paso de los años, estos problemas en el riñón continuaron y entró en diálisis, donde estuvo cinco años y tres meses.
Cuando salía de las sesiones de diálisis estaba muy cansado, pero al día siguiente "revivía un poco", ha recordado el paciente. Cuando ya llevaba un tiempo haciendo diálisis, el equipo de nefrología del Clínic decidió ponerle en lista de espera.
"NUNCA PERDÍ LA ESPERANZA"
"Nunca perdí la esperanza de que un día pudiera someterme a un trasplante de riñón", ha asegurado el anciano, que ha rememorado cómo la uróloga que le operó, Mireia Musquera, le llamó a primera hora de la tarde y le dijo que "había llegado el momento y que ya podía venir hacia el hospital".
Ahora, se está acabando de recuperar de la intervención y ya piensa en poder hacer vida normal y si puede, tomar un avión.
"Afronto la vida sin pensar en la fecha de caducidad. No he perdido la curiosidad y no me acuesto si tengo una duda histórica, lingüística ... No quiero dejar cosas pendientes. No sabemos si este trasplante me ha alargado la vida, pero ya puedo decir que me ha dado calidad de vida", ha concluido.