'Dopaland' aterriza en la Sala Fènix

La creatividad es una herramienta muy poderosa con la que es posible materializar en forma de expresión artística distintas clases de crítica enfocadas a la sociedad en la que vivimos. Tomando sus pautas, construcción y normas a modo de objetos de estudio, el autor puede llegar a profundas conclusiones, destinadas a ser compartidas con el público. Esta fuente de inspiración supone el nacimiento de múltiples historias que, al trasladarse al ámbito teatral, invitan a la reflexión a su receptiva y atenta audiencia, llevándola a plantearse una serie de asuntos que antes consideraba normales o bien no se había atrevido a cuestionar. De esto trata precisamente la obra a la que nos referimos a continuación.

Con un título que marca una verdadera declaración de intenciones, Dopaland narra un original y peculiar relato que no deja a nadie indiferente. Valiéndose de dos protagonistas que se encargan de transmitir el contenido del libreto, nos sitúa en un parque de atracciones en el que todo parece ir sobre ruedas. No obstante, pese a desarrollarse en un lugar pensado para la diversión donde a priori nada debería salir mal, los personajes no tardan en hallarse frente a un conflicto que rompe sus esquemas y les pone en alerta. ¿Cómo resolverán una situación tan inesperada y terrible?

CONSUMISMO, FELICIDAD Y CAPITALISMO

Utilizando una habitación como escenario central, él, animador, y ella, responsable de recursos humanos, ejercen de hilo conductor en una elaborada trama en la que la comedia se fusiona con ciertos tintes de drama en relación con el sistema establecido, cuyo modus operandi se pone en tela de juicio a raíz de la problemática que expone la ficción. Abordando temas como el consumismo, la felicidad o el capitalismo, el espectáculo pretende que los asistentes se vean reflejados en la historia que explica, introduciéndoles en un imaginario que resulta cercano y alejado de la realidad a la vez; un cóctel en el que entretenimiento y sorpresa están asegurados. 

Interpretada en castellano, la propuesta de 70 minutos de duración lleva a escena un texto de Eu Manzanares, bajo la dirección de Sergi Pompermayer. Producida por la Sala Fènix y Suika, cuenta con Anna Castells y Felipe Cabezas como intérpretes, quienes se meten en la piel de unos personajes que hacen partícipes a los espectadores de los hechos acontecidos en un mundo ilusorio que comparte muchas similitudes con el entorno donde vivimos. Una apuesta única en la que el disfrute está garantizado, la oportunidad perfecta de conocer un argumento lleno de divertidos giros y elementos imprevisibles.

FECHAS Y ENTRADAS

Dopaland se instala en la Sala Fènix de Barcelona hasta el próximo día 27 de noviembre. Las funciones tendrán lugar de miércoles a domingo a las 20:00 h. Si queréis adquirir localidades solo tenéis que acceder a la plataforma oficial de venta online de la sala. No perdáis la ocasión de hacer un hueco en vuestras agendas para presenciar en primera persona este remarcable relato en un marco íntimo y acogedor, que os permitirá disfrutar junto a amigos y familiares de una premisa que abarca crítica y humor.