En la mesa Eva Moll, Carolina Gálvez y Eloy Fernández Porta, en la tienda Santa Eulalia / MA

En la mesa Eva Moll, Carolina Gálvez y Eloy Fernández Porta, en la tienda Santa Eulalia / MA

Vivir en Barcelona

Velada ‘neoyorkina’ en la ‘boutique’ Santa Eulàlia

Empresarios y escritores dialogan sobre la novela ‘La balada de María Tifoidea’ con la esperanza de que la humanidad haya aprendido algunas lecciones tras la pandemia

27 noviembre, 2022 00:00

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Hay una Barcelona ‘neoyorkina’, con espacios para la conversación en emplazamientos de ensueño, que invitan a la confidencia, al intercambio de ideas. Cada ciudad tiene sus rincones y se podrá decir que todo depende de la percepción subjetiva, pero en la ‘boutique’ Santa Eulàlia, en el paseo de Gràcia, hay un espacio elegante y bello, con una barra de bar y una pequeña terraza, en el corazón de la ciudad. En esa instancia, empresarios, escritores e investigadores debatieron este jueves sobre un suceso lejano, y, sin embargo, cercano e intimidante: el caso de una mujer portadora de un virus, asintomática, que acabó causando la muerte de tres personas, y contagió a más de 50 de forma grave. Es la historia que se novela en La Balada de María Tifoidea, de Jürg Federspiel, que ha publicado la editorial Vegueta.

En la pequeña sala con barra de bar conduce la conversación la editora de Vegueta, Eva Moll. A su lado, la doctora e investigadora –todo lo relacionado con el infarto de miocardio—Carolina Gálvez, y junto a ella, el escritor y ensayista Eloy Fernández Porta. Delante, el periodista y exdirector de La Vanguardia, Màrius Carol; el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, el socio responsable de PwC en Cataluña, Ignacio Marull, el vicepresidente del Círculo Ecuestre, Enrique Lacalle, el arquitecto Josep Acebillo, el presidente del Grupo Agbar, Ángel Simón, o el editor y promotor cultural, Fèlix Riera, entre otros profesionales, escritores y periodistas.

Eva Moll, Carolina Gálvez y Eloy Fernández Porta, en Santa Eulàlia / MA

Eva Moll, Carolina Gálvez y Eloy Fernández Porta, en Santa Eulàlia / MA

La cuestión es seria. En un ambiente ‘neoyorkino’, un diálogo sobre la Nueva York de mediados del siglo XIX, con una cocinera como protagonista, una inmigrante irlandesa que se abre paso como puede, y que, sin saberlo, es portadora de un virus letal. “No era el tifus como lo conocemos, sino un virus parecido al que causa la salmonelosis, que causaba una fiebre tifoidea, muy potente y severa”, esclarece la doctora Gálvez. Eva Moll pide “realismo científico” y lo obtiene. En la novela hay, claro, elementos que van más allá de un caso que fue real y que está documentado. “Mary Mallon –la protagonista—solo causó tres muertes documentadas y algo más de 50 contagios, ya me sabe mal”, le responde Gálvez. “No, para nada, está bien, es lo que queremos saber, lo que se cuenta funciona de maravilla, es una novela, es ficción”, precisa Moll.

¿HEMOS AVANZADO?

La historia es tétrica. Situemos el contexto. Un barco, en 1867, con 544 emigrantes, zarpa de Hamburgo rumbo a Nueva York. No llegarán todos. Mueren hasta 108 pasajeros. Entre los supervivientes se encuentra la supuesta hija del cocinero fallecido, que se hace llamar Mary Mallon. Sus peripecias en un Nueva York despiadado -es vejada, explotada-- sumergen al ávido lector en una cierta tristeza. La reflexión se centrará en conceptos como la dignidad, el honor o la decencia. Federspiel escribió el texto en 1982. Fue un éxito en Alemania, pero no estaba traducida en castellano hasta ahora.

Portada del libro de la editorial Vegueta

Portada del libro de la editorial Vegueta

 

“Se ha hablado de la necesidad de crear una sociedad y un mundo en el que no hagan falta héroes ni heroínas. Una hermosa idea, una idea cautivadora, ya que la gente, en general, se esfuerza para no verse nunca en una situación que lo obligue a ser un héroe”, constata el autor en uno de los momentos cumbres de la novela.

Diálogo literario en la sala de la tienda Santa Eulàlia / MA

Diálogo literario en la sala de la tienda Santa Eulàlia / MA

Y ello lleva a la pregunta de Eva Moll, que recoge Eloy Fernández Porta. “¿Hemos avanzado?, ¿cómo estamos ahora respecto a aquella época?". Luces, muchas, pero también sombras. El escritor y ensayista habla de las condiciones de camareras de hotel, de los trabajadores precarios, de los abusos sexuales, que siguen existiendo. “En algunos ámbitos hay poquitas diferencias”, sentencia. Moll recoge el guante: “Hay derechos laborales, el trato es mejor respecto a los más vulnerables, hemos avanzado”, insiste, pero ahora ya como aseveración.

La pandemia del Covid, su superación, la que permite veladas como la ‘neoyorkina’ en la tienda de lujo Santa Eulàlia, ha tenido sus consecuencias. “Ahora ya parece que es otra cosa, pero hace solo unos meses cuando alguien tosía, las personas a su alrededor la veían mal, y torcían el gesto”, asegura la doctora Gálvez. Pero ya no podría ocurrir lo que sucede con la protagonista de la novela, que, una vez identificada como la causante de esas infecciones, en personas de la alta sociedad de Nueva York, entre las que se movía por su condición de cocinera, acaba siendo aislada durante años.

La emblemática tienda de moda Santa Eulàlia, en el paseo de Gràcia de Barcelona / SANTA EULALIA

La emblemática tienda de moda Santa Eulàlia, en el paseo de Gràcia de Barcelona / SANTA EULALIA

“Cuando hay desconocimiento aparece el miedo”, apunta Gálvez, en Nueva York, y en Barcelona, y se aplica en todos los ámbitos y en todas las circunstancias.

¿La reflexión posterior? En la terraza de Santa Eulàlia, con muchos retos por delante, en una ciudad que afronta cada día problemas que son globales, pero con sus características propias y sus particulares gobernantes.