El café, ese pequeño placer amargo que poco a poco se convierte en necesidad del día a día. Rara es la persona que no conoce a alguien que dicce aquello de "que no me hablen hasta que me haya tomado mi café" o "yo sin un café no soy persona". Y es que tomar esta bebida, además de sus beneficios, siempre que se tome con mesura, forma parte de un pequeño ritual que nos ayuda a asentarnos y a comenzar el día con buen pie. Se da el caso que hay muchos bares, también en Barcelona, que lo sirven con un vaso de agua.

De hecho, esta es una costumbre muy expandida por países como Italia o Portugal y responde a un motivo muy concreto. En España no es tan habitual, pero cada vez se ve más a menudo. Esta costumbre responde a un motivo concreto y se estila en países particularme cafetaleros en donde, además, se disfruta de tomar el café de forma muy intensa. Te explicamos por qué se estila servir un vaso de agua con el oro negro.

¿POR QUÉ SE HACE?

Al igual que el jengibre cuando se come sushi, el vaso de agua cuando se toma una taza de café sirve para limpiar la boca. Diluir el sabor que deja el café en boca con agua fresca ayuda a disfrutar cada sobro como si fuera el primero, lo que permite notar todos los matices. A su vez, puede apagar la sed que deja un café negro intenso.

Granos de café y solubles

Huelga decir que esta costumbre es típica cuando se toma café intenso, solo o con muy poca leche y, si es posible, moderada de azúcar.

¿Cuándo tomarlo?

Lo mejor es combinar a la perfección el agua y el café. Tomar un poco de agua antes de comenzar, ayudará a hacer que el primer sorbo tenga más impacto. Intercalar sorbos de agua y de café hará que cada trago sea especialmente puro y, lo mejor, sería que se reservara un poco para el final. De esta manera, cuando hayas terminado la bebida, todavía podrás dar un último trago para apagar tu sed.

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