La actuación del artista británico Harry Styles en Barcelona fue vibrante. Unas 56.500 personas hicieron temblar el Estadi Olímpic salntando y cantando al unísono todas las canciones que la estrella del pop interpretó sobre el escenario durante la noche del pasado miércoles. Tal fue la locura que desató en la capital catalana que terminó teniendo un encontronazo con fans en el aeropuerto de Barcelona.

Y es que tras terminar la actuación, grupos de admiradores lo siguieron hasta la infraestructura barcelonesa, llegando incluso a interponerse en su camino cuando se disponia a embarcar en su avión rumbo a Madrid, donde dará un concierto el viernes 14. Tal fue la avalancha que el equipo de seguridad, en conjunto con agentes de los Mossos d'Esquadra apenas pudo contenerlos, tal y como se aprecia en un vídeo difundido en redes sociales.

ORDEN Y CALMA

Tan exagerada fue la acometida de los admiradores que se aprecia como el cantante tiene que recular de nuevo hasta el interior del coche y usar una de sus puertas como barrera para marcar distancias.

Visiblemente abrumado e incluso molesto, aunque sin perder elegancia, Styles manda a calmarse a los fans con la intención de fotografiarse con ellos y darles autógrafos de una forma más ordenada. En pocos segundo, y como dotado de un poder mágico, los fans atemperan su entusiasmo y la muchedumbre guarda cola para poder disfrutar de una forma ordenada de un instante con su artista favorito. El resto del momento transcurrió con total normalidad, el artista se tomó fotos, firmó autógrafos y, una vez terminó, embarcó rumbo a la capital española.

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