Barcelona es una de las ciudades favoritas para el turismo gracias a su amplia oferta cultural y de ocio. No obstante, durante los últimos años se ha sumado otro atractivo de la capital catalana que capta a las turistas deseosas de ser madres: las clínicas de fertilidad y congelación de óvulos. Este nuevo fenómeno arrasa en la ciudad y se denomina "turismo de fertilidad".
En Barcelona hay más de 300 clínicas de fertilidad y alrededor del 70% de las pacientes son de procedencia extranjera, clientes que llegan atraídos por una legislación "flexible" con la edad de la futura madre, "inclusiva" con las opciones de reproducción LGTBI, además de por la alta especialización que van consiguiendo los ginecólogos y especialistas. Así lo han explicado a EFE directores de varias clínicas de la ciudad y pacientes que aprovechan sus vacaciones para realizarse el tratamiento y, de paso, visitar Barcelona.
LEGISLACIÓN Y EXCELENCIA
Según la directora de Fertilab, la ginecóloga especializada Federica Moffa, a su clínica acuden el doble de extranjeros que nacionales, y predominan dos nacionalidades: italianas y francesas. Según Moffa, existen varias razones que explican la popularidad de Barcelona para los tratamientos de fertilidad. "Una es la legislativa. En Italia y Francia existen más limitaciones de edad y para la donación de óvulos y distintos tratamientos, como por ejemplo para las parejas de lesbianas. La otra motivación, creo yo, es la excelencia y los avances que tenemos aquí", explica.
Otro de los motivos por los que Barcelona es la meca del turismo de fertilidad es su cercanía con los países europeos. Para Borja Marqués, director del Instituto Marqués de fertilidad, Madrid atrae también a buena parte de mujeres que quieren realizarse tratamientos de fertilidad, aunque el protagonismo se lo lleva la capital catalana gracias a su localización geográfica. "Más allá de los centros especializados, y el boca a boca conseguido entre pacientes de otros países, claro que juega un papel el hecho que los futuros padres y madres se vean pasando un tiempo en Barcelona mientras dura el proceso. Es habitual que usen semanas de vacaciones o incluso periodos sabáticos y que conozcan bien la ciudad y los alrededores durante su estancia", explica.
TRATAMIENTOS POPULARES
El tratamiento más habitual es la fecundación con donación de óvulos, un procedimiento con limitaciones por edad en otras partes del mundo. Según Moffa, existe un entendimiento no escrito en España de que los 50 años es la edad máxima para determinados tratamientos, si bien puede haber "excepciones", según "la salud y características" de la paciente.
También va ganando peso en las clínicas la vitrificación de óvulos, es decir, congelar folículos para poder posponer así ser madre más allá de la edad en la que es más sencillo de forma "natural", alrededor de los 35 años. En los últimos dos años, asegura la doctora Federica Moffa, en su clínica ha subido un 200 % ese tratamiento con el que las mujeres que aún no quieren ser madres, pero abren la puerta a serlo en el futuro, ganan algo de tiempo congelando sus óvulos antes de los 35-40 años para poder seguir con otros planes de vida, como el profesional.
PROCEDIMIENTOS CAROS
Una de esas clientas este verano en Barcelona es Alyssa Ramos, joven youtuber de viajes de Florida de 35 años, quien ha explicado que la congelación de óvulos "cuesta cuatro veces más" en su país. "En Estados Unidos existe mucha presión para que tengas hijos antes de los treinta años. Además, allí es muy caro un tratamiento de fecundación. Hace un tiempo me enteré de esta opción de congelar mis óvulos y vi que en Barcelona era muy barato pese a que los servicios médicos eran igual de buenos que en mi país", explica.
FERTILIDAD EN ESPAÑA
España se sitúa a la cola de Europa en la tasa de reposición de población con una prevalencia de la esterilidad que afecta a 1 de cada 5 ciudadanos, mientras que la decisión de retrasar la gestación por encima de los 35 años o rechazarla se ha convertido en una moda social equiparable "a una sociopatía", según un panel de expertos en fertilidad.
Así, según los datos recogidos a partir de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), la radiografía sobre la natalidad en España está condicionada por diversos factores: el 15 % de la población tiene problemas de infertilidad, la edad para buscar el embarazo es cada vez más alta por factores sociales y económicos, y la dificultad y coste de acceso a tratamientos y terapias reproductivas desincentiva. De esta forma, solo entre el 9 y 10% de los bebés que nacen en España lo hacen por reproducción asistida, es decir 1 de cada 10 nacimientos, según datos de la SEF.
Para el presidente de la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR), Antonio Urriés, ve necesaria mucha "voluntad política" para aumentar recursos en torno a tratamientos, terapias y personal en centros públicos y privados y ha lamentado que en España aún "no se lo ponemos social ni laboralmente fácil" a una mujer para que se quede embarazada y, en el caso de tener dificultades reproductivas, tampoco para acceder a técnicas de reproducción asistida.
La tasa de fertilidad mide el número medio de hijos tenido por mujer. En el caso de España, este índice ha presentado una tendencia decreciente desde 2004 hasta 2021, de forma que en este último año era de 1,19 hijos por mujer, frente a los 1,32 registrados en 2004.
NACIMIENTOS EN BARCELONA
La población empadronada en Barcelona a 1 de enero de 2023 se sitúa en 1.660.435 personas, un 1,2 % más que en 2022, después de dos años de retrocesos marcados por la pandemia, debido a su impacto sobre la mortalidad y los movimientos migratorios. No obstante, la mejora de la situación pandémica y la bonanza del ciclo económico no alteran la trayectoria a la baja de los nacimientos, que se sitúan en mínimos históricos: en 2022 nacieron 11.300 niños, la cifra más baja desde 1900 --sin tener en cuenta el período de la Guerra Civil---.