La salida oficial de la Vuelta Ciclista a España es una cita histórica en Barcelona y se ha vivido, desde su inicio, pasada por agua. El recorrido del evento deportivo no acogía la salida desde la capital catalana desde el 1962 y, este 2023, ha supuesto la afectación al tráfico más importante de la historia de la ciudad. A pesar de las condiciones meteorológicas, miles de aficionados se han repartido por toda la ciudad para ver el paso de los distintos equipos que han realizado este sábado la primera carrera a contrarreloj.
Este fin de semana se ha restringido el tráfico en la mayor parte de la ciudad. La celebración de La Vuelta ha supuesto la afectación de 45 líneas de bus el sábado y de 17 el domingo, por lo que el servicio de metro se ha reforzado en las líneas que dan servicio a las zonas afectadas. El vehículo privado no puede circular por el recorrido durante las horas que dura la competición, y no se permite aparcar en la zona desde este viernes, 25 de agosto.
CONTARRELOJ
Este sábado, 26 de agosto, los equipos de la vuelta han realizado una carrera a contrarreloj de 14 kilómetros en la que han pasado por los monumentos más emblemáticos de la ciudad, como la Sagrada Família o la plaza de España, donde ha terminado la primera etapa.
En la plaza de España es donde más aficionados se han concentrado. A pesar de la lluvia, los asistentes han animado a los deportistas y, de hecho, han acudido a primera hora de la tarde para no perderse detalle.
BARCELONA, COLAPSADA
Barcelona ha quedado totalmente colapsada ya que el recorrido abarcaba los principales puntos de la ciudad. La policía local ha recomendado a las personas que quieran acercarse al circuito --tanto el viernes como el sábado-- para verlo escoger un punto de todo el itinerario y quedarse en ese mismo punto, porque "todos los puntos son buenos".