¿Alguna vez te has preguntado cuál es la cafetería más antigua de Barcelona? Su historia se remonta a 1781 bajo el nombre de Café de F. Martinelli, convirtiéndose en un icónico rincón de la antigua capital catalana.

Dada su longevidad, la información acerca de su origen se halla escasamente documentada. La mayoría de registros datan de la última etapa del siglo XIX, coincidiendo con la transformación de la ciudad impulsada por el influyente proyecto del Eixample, liderado por Illdefons Cerdà.

ELS QUATRE GATS

Els Quatre Gats es otra de las cafeterías con más historia de la ciudad. Esta, a diferencia del Café de F. Martinelli. Fue un punto de encuentro para artistas modernistas, incluido Pablo Picasso, y se convirtió en un centro cultural importante en su época.

Entrada al Quatre Gats / QUATRE GATS

La Granja Viader, fundada en 1870, esta es una de las cafeterías más antiguas de Barcelona. Es famosa por su chocolate a la taza y sus postres, como la crema catalana. Este local todavía conserva su encanto original.

EL CAFÉ ZURICH

Abierto en 1862, el Café Zurich es otro de los cafés históricos de Barcelona. Está situado en la plaza de Catalunya y ha sido un punto de encuentro popular durante décadas.

El Café de Canonge es posiblemente uno de los cafés más antiguos de Barcelona. Se encuentra en el Gòtic y ha conservado su encanto histórico a lo largo de los años.

¿CUÁL FUE LA PRIMERA CAFETERÍA DE BARCELONA?

A finales del siglo XVIII, en el espacio que ahora alberga la Plaça Catalunya, se erigieron varias mansiones privadas y locales de entretenimiento. La falta de claridad de las autoridades respecto a si los lotes 39 y 40 serían considerados áreas edificables o si el lugar se transformaría finalmente en la tan anhelada plaça Catalunya, abrió la puerta a que los más astutos buscaran establecerse en esos terrenos. Uno de los individuos que concebía la idea de establecer una cafetería en el terreno baldío era Arturo Vilaseca, perteneciente a una familia con una tradición en el negocio de las cafeterías.

Decidió adelantarse a la competencia al darse cuenta de las oportunidades que ofrecía el lugar. Contactó a Manuel Gibert i Sans para solicitarle un pedazo del terreno de su jardín privado con el fin de inaugurar la primera cafetería en la zona. Los empresarios estaban ansiosos por abrir negocios para atraer a los turistas que llegarían a Barcelona para disfrutar de la Exposición Universal de 1888. Construyó un establecimiento de forma circular con amplias ventanas para aprovechar la luz del día. El Gran Café del Siglo XIX, popularmente conocido como "La Pajarera", abrió sus puertas el 16 de mayo de 1888, cuatro días antes de la inauguración de la Exposición Universal.