El Aeropuerto de Barcelona se encuentra en medio de una transformación significativa que promete cambiar los viajes de los pasajeros en 2024. Una de las innovaciones más destacadas es la eliminación de los controles de líquidos en el segundo trimestre de 2024, gracias a la implementación de avanzados escáneres 3D. Los dispositivos proporcionarán una visión más clara del contenido de las bolsas de los tripulantes.

ESCÁNERES 3D

"Se instalarán máquinas de rayos X de última generación, capaces de generar imágenes en 3D de los objetos en el equipaje de mano", revela la directora de seguridad de AENA, Gema Martín, en una entrevista en 'El Faro' de la Cadena Ser el pasado 29 de octubre. A lo que añade que este avance tecnológico "permitirá a los agentes de seguridad obtener información detallada sobre los líquidos que los pasajeros llevan consigo".

Por tanto, gracias a este cambio, ya no será necesario separar los líquidos en bolsas transparentes ni preocuparse por la cantidad máxima permitida. Las máquinas de rayos X proporcionarán información precisa sobre la naturaleza de los líquidos, lo que significa que los pasajeros podrán llevar sus productos de aseo personal, bebidas y otros líquidos sin problemas. 

Terminal T1 del Aeropuerto Barcelona-El Prat en una imagen de archivo

DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS

La directora de seguridad de AENA también ha confirmado que esta tecnología avanzada no se limitará a los líquidos. También ofrecerá información sobre los dispositivos electrónicos presentes en las maletas de los pasajeros. Esto significa que no será necesario sacar los dispositivos electrónicos, como ordenadores y tablets, y colocarlos en bandejas independientes durante el proceso de seguridad. 

RESTRICCIONES DEL AEROPUERTO DE DESTINO

Es importante tener en cuenta que la modernización de los controles de seguridad no será uniforme en todos los aeropuertos. Como señaló la directora de seguridad de AENA, Gema Martín, "Puede ser que en el aeropuerto de destino sigan teniendo limitada la cantidad de líquidos". Esto significa que, aunque el Aeropuerto de Barcelona-El Prat se está adelantando al futuro con esta tecnología avanzada, es posible que algunos aeropuertos continúen aplicando restricciones en cuanto a líquidos, al menos en el corto plazo.

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