Eterno, infinito, pesado o infumable. Son cuatro de los adjetivos más comunes con los que se suele describir el intercambiador de línea de la estación de metro de Passeig de Gràcia de Barcelona. Este enorme transbordo recorre, de forma subterránea, varios cientos de metros entre los andenes de las líneas L2, L3 y L4 del suburbano barcelonés.
A pesar de lo práctico de esta gran infraestructura, lo cierto es que es un tramo nada cómodo de realizar, pues el calor, el alto número de personas que lo recorren y la distancia lo hacen poco amigable para el usuario. Ahora, no obstante, ha sufrido cambios para hacerlo más agradable.
ESPACIO MÁS AMABLE
En este túnel de 260 metros, se han incorporado imágenes de alta resolución que hacen alusión a Barcelona y su rica historia, bajo la denominación 'Espais més amables, entorns més acollidors'.
Vinilos para reformar el transbordo
TMB
También se ha mejorado la iluminación como parte del plan de prevención, detección e intervención contra la LGTBIfobia.
PRUEBA PILOTO