Barcelona, en preemergencia por la sequía. La Generalitat ha decretado este estado ante la falta de agua provocada por la ausencia de precipitaciones que aquejan al Principado desde los últimos años. La alerta no solo afectará a la capital catalana, sino al sistema Ter-Llobregat, que acoge a 202 municipios, entre los que se encuentran los del Área Metropolitana.

Según ha explicado el conseller d'Acció Climática, David Mascort, se trata del "momento más crítico, estamos ante una emergencia nacional". Asimismo, ha hecho un llamamiento para que "nos pongamos todos en modo de emergencia".

A TIRO DE LA EMERGENCIA

Y es que se espera que Catalunya no tarde en entrar en la fase de emergencia, pues este estado se activa cuando los embalses están al 16%. Hoy por hoy, se encuentran al 18% y sin precipitaciones relevantes en el horizonte.

El agua regenerada es la mejor solución para hacer frente a la sequía / AIGÜES DE BARCELONA

Con la instauración de la preemergencia, dan comienzo las restricciones de agua para la ciudadanía. El consumo de agua bajará de 230 a 210 litros por persona y día.

RESTRICCIONES

También se prohibirá el riego de zonas verdes y jardines públicos y privados. Solo se permitirá el riego mínimo, mediante goteo, para garantizar la supervivencia de los árboles durante la noche y el riego de los campos deportivos federados. Estos últimos pasarán de usar 450 metros cúbicos por hectárea y mes a solo 200.

Se prohíbe llenar total o parcialmente todas las piscinas de uso privado o familiar, lagos artificiales, fuentes ornamentales y otros elementos estéticos. Tampoco se podrán limpiar calles, cloacas, pavimentos, fachadas o edificios con agua potable.

Un embalse bajo mínimos en un episodio de sequía / EFE

Los vehículos solo se podrán limpiar en establecimientos comerciales que dispongan de sistema de circulación de agua.

Se reducirá el riego agrícola en un 40% siempre que no se puedan sustituir por aguas regeneradas, en un 15% para el consumo industrial y entre un 15 y un 50% para usos recreativos.