Cada día, cientos de miles de barceloneses y turistas pasan frente a un emblemático monumento de Barcelona sin saber que esconde un secreto homenaje a la marihuana.
Se trata del monumento a Cristóbal Colón, un icono de Barcelona. Las hojas de cáñamo rodean la parte central de la columna sobre la que reposa la estatua del navegante. Esto se debe a que esta fue uno de los productos que Colón llevó en su viaje.
Hoja de cáñamo en el monumento a Colón / Ajuntament de Barcelona
ACEITE DE CÁÑAMO
Sin embargo, Colón no lo usaba como narcótico, sino porque las cuerdas de las embarcaciones estaban hechas de cáñamo, que también se utilizaba en las juntas de los tablones de los barcos antes de ser calafateados.
El aceite de cáñamo también se utilizaba para las lámparas, mientras que las bodegas almacenaban semillas de este producto, que servían como alimento y para garantizar su posterior cultivo en el punto de destino.