Los calambres musculares son una patología muy común que, a menudo, se desencadenan durante la práctica deportiva o la realización de alguna actividad física. Estos episodios se manifiestan como un dolor agudo y localizado en una zona específica, acompañado a veces de sensibilidad e inflamación. Además, los pacientes pueden experimentar espasmos musculares, movimientos involuntarios que añaden incomodidad al cuadro.

Entre los múltiples factores que pueden provocar calambres musculares, los más habituales son la deshidratación, la falta de minerales como potasio y calcio, el sobreuso muscular, la mala circulación sanguínea y problemas médicos, como la diabetes o enfermedades neuromusculares.

SINTOMATOLOGÍA

“Los calambres son contracciones involuntarias de proporciones amplias en algún músculo. A veces se llaman espasmos, aunque este nombre debería evitarse pues puede referirse a otros fenómenos motores distintos”, describe Joan Izquierdo, Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitari General de Catalunya. “No tienen nada que ver con las fasciculaciones, que son contracciones mucho más limitadas en extensión, que corresponde a la activación de una única unidad motora y que frecuentemente no son ni percibidas”, añade.

Los síntomas principales de un calambre muscular incluyen un dolor intenso y repentino en el músculo afectado, sensación de tensión y contracción, así como la posible presencia de una protuberancia en la zona afectada. Estos episodios suelen durar desde unos segundos hasta varios minutos.

“Los calambres pueden tener diversos orígenes, muchos de ellos no patológicos, como el aumento de actividad durante el deporte, el descenso de actividad durante el sueño, fluctuaciones electrolíticas y deshidratación leve. Además, situaciones patológicas como alteraciones metabólicas o endocrinas, irritación de las raíces nerviosas cervicales y lumbares, alteraciones graves en los electrolitos, tóxicos y venenos, también pueden causar estos episodios”, concreta el doctor Izquierdo.

NO ALARMARSE

Desde el punto de vista de la prueba de electromiografía (EMG), prueba que mide que la actividad eléctrica de los músculos y los nervios, los calambres se reflejan como una contracción mantenida que se diferencia fácilmente de otros fenómenos motores patológicos.

Sin embargo, la presencia de calambres no es motivo de alarma inmediata. Se recomienda acudir al médico sólo para hacer una valoración cuando sean muy frecuentes para una valoración cuando los calambres son muy frecuentes y no se identifica una causa clara, como el exceso de actividad física, problemas de espalda o hipotiroidismo.

LA PREVENCIÓN, CLAVE

Indudablemente, son una molestia común, pero generalmente se pueden manejar con medidas de prevención y cuidado adecuadas. Sin embargo, es importante prestar atención a los síntomas y buscar ayuda médica si los calambres son persistentes o están asociados con otros problemas de salud. 

La prevención de calambres musculares implica mantener hábitos de vida saludables. Beber suficiente agua, mantener una dieta equilibrada que incluya potasio y calcio, estirar antes y después del ejercicio, y evitar el exceso de actividad física son medidas efectivas. Además, es aconsejable evitar permanecer en una misma posición durante largos períodos.

El tratamiento médico para calambres musculares crónicos puede variar según la causa que lo origina. Esto puede incluir cambios en la dieta, suplementos de minerales, fisioterapia, medicamentos relajantes musculares o terapia para tratar problemas médicos subyacentes

CÓMO ALIVIAR UN CALAMBRE MUSCULAR

Cuando se experimente un calambre muscular, lo mejor es estirar suavemente el músculo afectado. Puedes hacerse masajeando la zona o aplicando calor. A veces, tomar un suplemento de calcio o magnesio también puede ayudar, pero es recomendable consultar a un médico antes de tomar cualquier suplemento.

Si los calambres musculares son frecuentes, graves, duran más de 10 minutos o están acompañados de otros síntomas preocupantes como debilidad muscular, cambios en la piel o problemas neurológicos, es importante buscar atención médica. Estos pueden ser signos de problemas médicos subyacentes.

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