Si uno se para a pensar en los principales monumentos de Barcelona, uno de los primeros que se le vendrá a la mente a la mayoría será la Sagrada Familia. Y es que la basílica atrae cada año a millones de visitantes --y con razón-- pero, cada vez más, los turistas buscan otros enclaves de la capital catalana que reflejan la esencia del modernismo en la ciudad. Lo que está claro es que, más de 100 años después de su muerte, el turismo en la capital catalana está estrechamente vinculado a la obra de Antoni Gaudí.

Pero no todo es el icónico templo, el Park Güell, La Pedrera o la Casa Batlló. La obra del prodigio arquitectónico en la ciudad fue prolija y, en el último año, uno de sus edificios menos conocidos ha vuelto a ponerse de moda. Se trata de la Casa Vicens, que cerró 2023 con un total de 200.052 visitantes.

AUMENTO ESTRATOSFÉRICO

La estratosférica cifra implica un aumento del 58% respecto a 2022 y del 22% en 2019, según ha informado este lunes la organización del espacio.

Estas cifras indican el "proceso de consolidación de Casa Vicens como uno de los equipamientos museísticos de referencia en la ciudad", y destaca también el incremento de un 125% de asistentes a las visitas guiadas, con la novedad de la incorporación de la opción diaria en chino.

La Casa Vicens de Gaudí, una residencia de veraneo en el distrito de Gràcia

Destacan también la variedad de procedencias entre los turistas, que además de españoles, pertenecen a un conjunto formado por 109 nacionalidades distintas. Todavía, no obstante, predomina el visitante europeo y estadounidense, pero, según el director de la Casa Vicens, Emili Masferrer, 2024 "será un año decisivo" para los turistas asiáticos.