Messala es una pata que causa furor en el mercado de Sant Antoni, ya que regenta su propia parada con su dueño, Carlos.
Muchos de los clientes vienen expresamente a saludarla e intentan, tímidamente, acercarse a ella. Pero Messala tiene un carácter especial y es muy selectiva: solo se deja acariciar por su dueño, quien le tiene un gran aprecio. "Me hace compañía durante toda la jornada laboral, es buena y cariñosa", asegura el paradista.
Messala no se aleja de Carlos ni un solo segundo y se ha convertido en un punto de atracción turística en el mercado.