Si algo bueno tiene este invierno particularmente primaveral es que, a pesar de encontrarnos a inicios de febrero, todavía podemos ir de excursión los fines de semana gracias a las inusualmente altas temperaturas. Los valores extrañamente altos que marcan este año los termómetros permiten que, en pleno invierno, el cuerpo nos siga pidiendo ir a pasar el día a la montaña. Si buscas nuevas rutas por explorar, existe una, a menos de dos horas de Barcelona, que tiene de las mejores vistas del país.
Se trata de un trayecto que incorpora no solo varios miradores de ensueño, sino también cascadas y uno de los pueblos medievales más bonitos del Principado. En efecto, te hablamos de la ruta del Salt de Sallent, cuya ruta empieza y acaba en Rupit. Este salto de agua es el más alto de toda Catalunya.
Se puede llegar fácilmente desde el pueblo de Rupit, famoso por sus casas colgantes, que conserva todo su encanto medieval. Curiosamente, a pesar de tratarse de uno de los pueblos más famosos de Catalunya, solo cuenta con 285 habitantes.
Desde este pueblo surge un sendero de fácil acceso, que pueden hacer todos los integrantes de la familia. También, para aquellos que no tengan miedo a las alturas, pueden dirigir sus pasos hasta el mirador de Salt de Rupit.
A lo largo de la caminata, encontrarás varios lugares donde descansar, remojar tus pies en el agua, disfrutar de varias cascadas o sentarte a la sombra de árbol para disfrutar de la brisa.
Rupit i Pruit
Y, para el inicio y el final de la jornada, puedes hacer parada en Rupit, un pueblo en el que disfrutar de un buen menú de la mejor gastronomía del interior de Catalunya, rica en carnes, verduras y embutidos de calidad.
También puedes pasear por sus calles empedradas, sus casas rústicas de los siglos XVI y XVII y su peculiar puente colgante de madera. Y, si todavía te sobra tiempo, puedes planear tu siguiente ruta, pues hay una amplia variedad de caminos por recorrer que salen de este enclave.