Hay un sendero a 30 minutos en coche desde Barcelona que pasa por un bosque sacado de un cuento de hadas. Se trata de la zona del Tagamanent del Montseny, que es el lugar idílico para una excursión de fin de semana con mucho encanto.
El mes de febrero envuelve a Tagamanent en un ambiente mágico. Las suaves neblinas matinales se entremezclan con los rayos dorados del sol, creando una atmósfera de cuento de hadas. Las temperaturas frescas invitan a pasear por sus senderos y descubrir la belleza oculta entre sus árboles centenarios.
Un lugar mágico
El principal atractivo del Tagamanent es, sin duda, su exuberante bosque. Caminar entre los árboles parece adentrarse en un escenario de fantasía donde los senderos serpentean entre robles y vegetación.
El imponente castillo del Tagamanent, un vestigio histórico que se alza majestuoso en lo alto de la colina, cuenta con una curiosidad que intriga a los visitantes: la leyenda de un tesoro perdido. La historia susurra sobre pasadizos secretos y misteriosas reliquias que permanecen ocultas entre sus muros. Aunque la búsqueda del tesoro es solo un mito, añade un toque de emoción a la visita al castillo y despierta la imaginación de los más curiosos.
Cómo llegar al Tagament desde Barcelona
Llegar al Tagamanent desde Barcelona es sencillo, ya sea en transporte público o privado. Para los aventureros que prefieren el transporte público, pueden tomar un tren desde la estación de Sants en Barcelona con dirección a Vic y bajar en la estación de Figaró.
Aquellos que prefieran el confort del transporte privado pueden acceder al Tagamanent a través de la carretera C-17, a unos 30 minutos de la ciudad. El trayecto ofrece vistas panorámicas y la oportunidad de detenerse en pueblos pintorescos en el camino, enriqueciendo aún más la experiencia del viaje.