Barcelona tiene una ruta a menos de una hora de la ciudad que esconde un tesoro natural con siglos de historia, perfecto para los amantes del senderismo. Se trata de la Roca Foradada, ubicada en Montserrat, un macizo rocoso considerado tradicionalmente la montaña más importante y significativa de Catalunya.
La Roca Foradada se formó a lo largo de millones de años debido a la acción erosiva del viento y el agua sobre las capas de piedra calcárea que componen la montaña de Montserrat. Este proceso gradual ha dado como resultado una estructura rocosa única, con un agujero central que le otorga su nombre característico. La Roca Foradada se erige como un testimonio silencioso de la fuerza y la paciencia de la naturaleza a lo largo del tiempo.
Rutas de senderismo en la zona
Explorar la Roca Foradada implica adentrarse en el entorno natural de Montserrat, donde numerosas rutas de senderismo permiten a los visitantes maravillarse con la belleza del paisaje. Una de las más populares es la que parte desde el Monasterio de Montserrat. El sendero serpentea a través de bosques frondosos y ofrece vistas panorámicas de la montaña y sus alrededores.
Otra opción es la Ruta de Sant Jeroni, una caminata desafiante, pero gratificante que conduce a la cima más alta de Montserrat. Desde este punto, los excursionistas pueden disfrutar de una vista espectacular de la Roca Foradada, con el horizonte extendiéndose hasta donde alcanza la vista.
Cómo llegar desde Barcelona
Para aquellos que desean sumergirse en la belleza de la Roca Foradada sin preocuparse por la conducción, el transporte público ofrece una opción conveniente. Desde la estación de tren de la plaza de Espanya en Barcelona, se puede coger el tren cremallera de Montserrat. Este viaje proporciona vistas impresionantes mientras se asciende hacia la montaña. Una vez en Montserrat, varias rutas de senderismo, bien señalizadas, conducen hasta la Roca Foradada.
Aquellos que prefieran la comodidad del vehículo privado pueden llegar a Montserrat desde Barcelona en menos de una hora. Cogiendo la carretera C-55, se sigue una ruta escénica que revela gradualmente la imponente silueta de la montaña. Además, cerca del monasterio hay un aparcamiento disponible, desde donde se pueden iniciar las diversas rutas de senderismo que llevan hacia la Roca Foradada.