Entre los más de 1,7 millones de vecinos de Barcelona hay nombres propios que destacan por encima de otros. Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), Antoni o Antonio se posiciona en el top 1.
Este nombre se remonta a la época de la República Romana, que abarcó desde el 509 a.C. hasta el 27 a.C. En este contexto, el nombre era utilizado por miembros de la gens Antonia, una familia romana que desempeñó un papel significativo en la historia política y militar de Roma.
Historia del nombre
La popularidad del nombre Antoni continuó a lo largo de los siglos y trascendió la antigua Roma para convertirse en un nombre común en diversas culturas y regiones del mundo. A lo largo de la historia, ha sido utilizado en diferentes periodos y no está específicamente asociado a un siglo en particular. Desde la época romana hasta la actualidad, el nombre Antonio ha perdurado y ha mantenido su atractivo en diversas culturas y comunidades.
A medida que avanzaba la historia, el nombre continuó siendo utilizado en Europa durante la Edad Media y el Renacimiento. Figuras históricas, nobles y líderes religiosos llevaron este nombre en distintas regiones. Está asociado con San Antonio de Padua, un santo franciscano portugués-italiano del siglo XIII. Es conocido como el patrón de los pobres y de objetos perdidos. La festividad de San Antonio, celebrada el 13 de junio, es especialmente importante en algunas culturas y comunidades católicas.
¿Y el apellido más habitual?
En cuanto a los apellidos, García destaca como el apellido más común en Barcelona. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), alrededor de 134.000 personas lo tienen como primer apellido y casi 140.000 lo llevan como segundo. Esto implica que más del 20% de los residentes en Barcelona comparten el apellido García como parte de su identidad.