Son muchas las atracciones atractivas que tiene Barcelona ya no solo para el turista, sino también para el ciudadano local. La capital catalana esconde a plena vista rincones --a veces de pago, a veces gratuitos-- que, precisamente, contribuyen a darle esa personalidad casi artística que tiene toda la urbe. Uno de esos rincones desconocidos para el turista, pero conocidos por sus habitantes es el parque del laberinto de Horta.
Siendo quizá uno de los espacios más infravalorados, lo cierto es que es uno de los lugares más bonitos para pasar una tarde del fin de semana, dar un paseo, hacer un picnic y maravillarse de todos los secretos que alberga.
Alegoría grecorromana
Situado en la ladera de Collserola, el Laberinto de Horta es un parque histórico de Barcelona y uno de los jardines más antiguos que perduran en la ciudad. Diseñado en 1791 por Joan Antoni Desvalls, está formado por 750 metros de cipreses recortados y se inspira en el mito de Teseo: quien consigue llegar al centro encuentra el amor como recompensa.
Siguiendo las ideas del neoclasicismo y en colaboración con el arquitecto italiano Domenico Bagutti, ideó un jardín con un laberinto de cipreses, esculturas y relieves que representan personajes de la mitología grecorromana y que simbolizan los distintos niveles del amor.
Un jardín, dos estilos
Actualmente, el parque ocupa una superficie de 9 hectáreas y se divide en dos partes: el jardín neoclásico y el jardín romántico. Destacan la variedad botánica y la abundancia ornamental, así como los elementos arquitectónicos propios de los jardines románticos (templetes, canal de agua y esculturas, además del palacio de la familia Desvalls). Aunque no es el refugio de un Minotauro pone a prueba el sentido de la orientación de quien entra en él.
Por su posición privilegiada, desde sus miradores puede verse casi toda la capital catalana. También tiene rincones naturales, como un paseo con una cascada, los distintos estanques, que gozan de flora y fauna autóctona e incluso un pequeño jardín botánico con presencia de especies de plantas mediterráneas.
Precios
Además, habitualmente, la entrada es de pago -con un precio más que asequible para cualquier bolsillo-. No obstante, se puede entrar de manera gratuita cada miércoles y domingo.
El resto de días, la entrada general cuesta 2,23 euros, con la posibilidad de obtener la entrada reducida por 1,42 euros. Pueden acceder a esta rebaja personas con discapacidad, usuarios del Carnet Jove y menores de 14 años. Los vecinos de la zona, personas en paro y los menores de cinco años entran gratis.
Horarios
El parque abre, del 1 de abril al 31 de octubre, todos los días de 10:00 a 20:00 h. Del 1 noviembre al 31 de marzo, abre todos los días de 10:00 a 18:00 horas. El 25 de diciembre, por ser Navidad, solo abre de 10:00 a 14 horas.