Parque del Clot de Barcelona
La estación de tren fantasma de Barcelona reconvertida en un acueducto: en un parque y ‘pet-friendly’
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Barcelona tiene una estación de tren fantasma que se ha reconvertido en un acueducto y que está en uno de los pulmones verdes del distrito de Sant Martí.
La estación del Clot, una pieza clave en la antigua línea ferroviaria entre Barcelona y Granollers, dejó de estar en servicio en 1972, siendo reemplazada por una estación más moderna. Durante años, los terrenos abandonados de la estación permanecieron desocupados, sus raíles y andenes sirviendo como un recordatorio silencioso de su pasado ferroviario.
El parque del Clot, una reivindicación histórica
La demanda de los vecinos del barrio del Clot para reutilizar estos terrenos en beneficio de la comunidad se cristalizó en 1986, cuando se propuso el proyecto de convertir el área en un parque público. Después de una prolongada lucha y reivindicación vecinal, el proyecto finalmente se llevó a cabo, dando lugar al parque del Clot.
Este lugar se ha convertido en un espacio verde en el distrito de Sant Martí, preservando al mismo tiempo la memoria de la antigua estación ferroviaria. Los antiguos raíles se han reutilizado para crear un acueducto que se ha convertido en un emblema del barrio.
Uno de los accesos al Parque del Clot, con una lona que cubre el elemento patrimonial
Los andenes y plataformas de carga abandonados ahora sirven como caminos peatonales, proporcionando un entorno tranquilo y relajante para pasear, hacer ejercicio o simplemente disfrutar del aire libre. Además, el parque ha sido diseñado para ser accesible para todas las personas, incluyendo a aquellos que desean disfrutar del espacio con sus mascotas.
La transformación del pulmón verde del barrio
La transformación del parque del Clot ha revitalizado la zona, convirtiéndola en un punto focal para actividades comunitarias y eventos culturales. Con conciertos al aire libre, exhibiciones de arte y programas educativos, el parque ha logrado fomentar la participación ciudadana y fortalecer los lazos comunitarios.
El proyecto del parque del Clot representa un ejemplo inspirador de cómo los espacios urbanos abandonados pueden ser revitalizados y transformados en beneficio de la comunidad.
