Un golpe de efecto, un puñetazo en la mesa que muestra un cambio de tercio en el Ayuntamiento de Barcelona. El alcalde Jaume Collboni, junto con el Govern de la Generalitat, quiere mostrar la apuesta de la ciudad por la Fórmula 1, justo cuando Madrid ha logrado albergar un nuevo premio a partir de 2026. Los bólidos de la Fórmula 1 se exhibirán y circularán por el Eixample de Barcelona en el mes de junio, coincidiendo con el Premio en el Circuito de Montmeló.
Se trata de un gesto de autoridad del actual equipo de gobierno en Barcelona, después de que esa misma idea se valorara en el anterior mandato. Entonces se abandonó, por la oposición de la alcaldesa Ada Colau. Ahora las cosas son distintas, porque Madrid, que negociaba con los organizadores de la Fórmula 1 la posibilidad de albergar un circuito urbano, ya lo ha logrado y por el cambio en la alcaldía de Barcelona.
El contrato del Circuito de Montmeló finaliza en 2026, justo cuando lo tendrá Madrid. Hay la posibilidad, --y en eso trabaja el Govern de la Generalitat—de que España cuente con dos premios de Fórmula 1, pero la fuerte demanda, por parte de otras ciudades globales, podría frustrar esa aspiración. Por ello, el gesto de Barcelona, en coordinación con la Generalitat, según ha apuntado el diario Sport, podría ser determinante para demostrar el interés por mantener la carrera en Montmeló y alargar el contrato más allá de 2026.
Los barceloneses podrán, por tanto, ver a los principales pilotos, desde Fernando Alonso, Carlos Sains a Lewis Hamilton o Max Verstappen, por las calles del centro de la ciudad, con los grandes edificios modernistas del Eixample de fondo. La idea es que se paseen por Passeig de Gràcia, y entre Aragó y Plaza Espanya.
La negativa de los comunes
La cuestión es que es el Govern de la Generalitat, con la mayoría de la propiedad en el consorcio que explota el Circuit de Montmeló, el que negocia con Liberty Media, --los dueños de la Fórmula 1—para alargar el contrato. El conseller de Empresa, Roger Torrent, ha defendido en los últimos meses que todos los indicios son positivos. Pero no existe, hoy, la seguridad de que la Fórmula 1 pueda compatibilizar dos grandes premios en un único país. Madrid tendrá un circuito urbano, en el espacio de Ifema, a partir de 2026, y lo que Barcelona quiere mostrar ahora es el poder de seducción de la ciudad para mantener las carreras en Montmeló.
El Ayuntamiento de Barcelona manejaba un proyecto, el de presentar el Mundial de Fórmula 1 en Montjuïc, en la Font Màgica, uno de los emblemas de la ciudad. Pero se retiró, ante la negativa de Ada Colau. Los comunes nunca han sido partidarios de la Fórmula 1, al entender que es un espectáculo que va en contra de la necesidad de reducir la contaminación, con valores que se entienden contrarios a los nuevos tiempos.