En el corazón del Baix Empordà, a tan solo una hora y media de Barcelona, se encuentra un pequeño tesoro medieval que deslumbra a todo aquel que lo visita: Pals.
Este encantador pueblo costero combina historia, belleza natural y una oferta cultural y gastronómica, convirtiéndolo en un destino ideal para una escapada que promete transportarte a otra época y a la vez ofrecerte el confort y el atractivo de la modernidad.
Un viaje al pasado
Pals es un pueblo que ha sabido conservar su esencia medieval a lo largo de los siglos. Pasear por sus calles empedradas es como dar un paso atrás en el tiempo, con cada rincón revelando la rica historia que alberga. La arquitectura del casco antiguo, con sus casas de piedra y arcos góticos, te envuelve en una atmósfera de misterio y encanto.
El núcleo antiguo es un laberinto de callejuelas que convergen en la majestuosa iglesia de Sant Pere. Esta iglesia, de origen románico y con elementos góticos, es uno de los puntos de referencia más destacados de Pals. A su lado, se erige la Torre de les Hores, una torre de vigilancia del siglo XI que ofrece vistas panorámicas impresionantes del entorno.
Encanto costero y paisajes idílicos
Pero Pals no es solo historia y piedra. A pocos minutos del centro histórico, se encuentra su emblemática playa, con una extensa franja de arena dorada bañada por las aguas cristalinas. Esta playa es perfecta para relajarse, nadar o practicar deportes acuáticos. Su entorno natural, con dunas y pinares, crea un paisaje de gran belleza que invita a la tranquilidad y al disfrute del mar.
Además, la proximidad de Pals a otros pueblos encantadores de la Costa Brava, como Begur y Calella de Palafrugell, lo convierte en una base ideal para explorar la región y descubrir sus calas escondidas y sus impresionantes acantilados.
Cultura y gastronomía
La cultura en Pals se manifiesta no solo en su arquitectura y paisaje, sino también en sus tradiciones y gastronomía. El arroz de Pals, cultivado en los campos de la comarca desde el siglo XV, es un ingrediente estrella que se puede disfrutar en numerosos platos típicos. Restaurantes locales ofrecen desde paellas hasta arroces caldosos, todos preparados con este exquisito grano que ha ganado reconocimiento por su calidad.
Cómo llegar a Pals desde Barcelona
Llegar a Pals desde Barcelona es sencillo. A través de la autopista AP-7 y la carretera C-31, se puede alcanzar este encantador pueblo en aproximadamente una hora y media.