Barcelona deja atrás un mes de junio cuyas temperaturas se han mantenido según la media climática. La ausencia de períodos de calor y la llegada constante de borrascas a la península han permitido mantener a raya los anticiclones del norte de África, dejando una primavera e inicio de verano con ambiente suave y, por ahora, sin olas de calor a la vista.
En cuanto a precipitaciones, la capital catalana ha conseguido superar el doble de precipitaciones normales para un mes de junio, alcanzando ya prácticamente los 350 litros por metro cuadrado en lo que llevamos de año. Este registro es un buen indicador que constata el fin de la tendencia de sequía que veníamos arrastrando desde hacía ya dos años y medio. Como prueba de ello, ya hemos superado, en lluvias, estando a mitad de año, los registros del 2015, 2021, 2022 y 2023.
Julio completado en su primer día
La jornada de este lunes, 1 de julio, tampoco rompió esta tendencia, siendo ya prácticamente 50 los días en los que ha llovido en la capital catalana (48 tomando como referencia el Observatori Fabra; 44 tomando como referencia el Aeropuerto del Prat). Un 1 de julio en el que se preveían chubascos durante la mañana, que podían ir acompañados de aparato eléctrico y aguaceros importantes de carácter local. Y los modelos no fallaron. La estación meteorológica de la Aemet en el Aeropuerto de Barcelona acumuló en tan solo unas horas 24,3 litros por metro cuadrado, cantidad equivalente a las precipitaciones medias de todo el mes de julio en la ciudad.
¿Cómo se prevé el mes de julio?
Si echamos un ojo a los modelos estacionales, cuya fiabilidad, recordamos, es ciertamente limitada, observamos que, en cuanto a precipitaciones, los dos grandes modelos, el europeo (ECMWF) y el americano (CFS) se ponen de acuerdo: un mes de julio con precipitaciones normales, en la media.
Sin embargo, a la hora de analizar posibles futuribles térmicos, el ECMWF intuye entre 0,5 y 1,5 grados por encima de la media climática, con un julio caluroso, especialmente en el centro peninsular; mientras que el CSF mantiene unas temperaturas normales para la época.
Lo que sí que podemos afirmar con cierta rotundidad es que a partir del martes-miércoles de la semana que viene, las temperaturas empezarán a subir, alcanzándose los 30 grados y dejando un ambiente puramente veraniego en la ciudad de Barcelona.