Los meses de verano en Barcelona son sinónimo de turistas, aglomeraciones en los puntos más céntricos y visitados de la ciudad, pero también de despistes y objetos personales olvidados en cualquier lugar, especialmente en la red de transportes de la capital catalana.
Más de 22.600 objetos perdidos
Según los últimos datos ofrecidos por Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), en un solo año, pongamos como ejemplo el 2022, lejos ya de los efectos restrictivos del Covid, se llegaron a gestionar más de 22.600 objetos perdidos en toda la red de metro y bus. De estos, tan solo se reclamaron 5.760, lo que supone un 25% del total de objetos recibidos.
La gestión de estas pertenencias, su tramitación, el transporte, clasificación y almacenaje suponen también un gasto adicional para las arcas públicas. Es por todo ello que, aprovechando la época de vacaciones, se ha puesto en marcha la fase 3 del proyecto Prevent.
Proyecto Prevent
Este proyecto, promovido y financiado por el programa marco de investigación e innovación (I+I) de la Unión Europea (UE) Horizon, y con la colaboración de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), los Mossos d’Esquadra y Policía Nacional, mantiene un único objetivo: detectar los objetos que los usuarios del metro y bus olvidan en estaciones y transportes para, posteriormente, localizar a sus propietarios.
En este paradigma de innovación tecnológica, Prevent busca, en su última fase de desarrollo, realizar, durante este verano, una prueba piloto que también se llevará a cabo en Francia, Portugal e Italia. Una prueba piloto que terminará el próximo 31 de agosto en la estación de la L3 de plaza Catalunya; una línea que tiene el récord de objetos perdidos respecto a otras líneas de la red de metro.
Datos biométricos
El procedimiento se realizará a partir de las imágenes de 17 cámaras de seguridad repartidas por toda la estación, sin que esto altere a los protocolos de videovigilancia de las mismas. Además, TMB advierte que dichas imágenes y el sistema de detección de propietarios de los objetos encontrados no basan su funcionamiento a partir de ningún dato biométrico. Estas cámaras estarán debidamente señalizadas, informando de su finalidad y permitiendo el ejercicio de derechos existentes en materia de protección de datos.