Las playas de la Costa Brava son una de las más solicitadas. Sus calas rocosas de aguas cristalinas y turquesas hacen de este destino uno de los más frecuentados en periodo estival. Algunas de ellas están situadas relativamente cerca de Barcelona, lo que las hace más accesibles. En particular, hay un pueblo que destaca por su ubicación y fácil acceso en tren.
Se trata de Lloret de Mar, un municipio que destaca por playas como la Cala Sa Boadella o la Canyelles y su paseo marítimo. Llegar a este lugar en transporte público es una de las mejores opciones y existen dos alternativas para ello.
En tren hasta Blanes
La mejor alternativa, sin duda, es coger la R1 de Rodalies, y bajarse en Blanes, ya que Lloret no tiene estación propia. Desde aquí, hay que desplazarse en autobús o taxi hasta Lloret, que son unos 10-15 minutos. Los buses están coordinados con Renfe, de tal manera que los pasajeros no tendrán que esperar mucho rato.
Un billete de ida de Barcelona a Blanes cuesta alrededor de seis euros por persona y se tarda unos 75 minutos.
En autobús
Otra de las formas de viajar de Barcelona a Lloret de Mar es en autobús. Hay varias líneas y proveedores de autobuses que conducen desde el aeropuerto y el centro de Barcelona (Sarfa, Flixbus, Sagales) de Barcelona a Lloret de Mar.
Es importante saber que las tarifas por proveedor, dependiendo de la hora y el día de salida, varían entre cinco euros y 17 euros. Los tiempos de viaje también pueden variar según el proveedor. Así es como viajas con la conexión más rápida en unos 70 minutos de Barcelona a Lloret de Mar.