Vallvidrera, situado en la sierra de Collserola, es el barrio más alto de Barcelona, con casas que alcanzan los 516 metros sobre el nivel del mar. Este barrio ofrece una combinación única de naturaleza, historia y modernidad que lo convierte en un rincón especial de la ciudad.

Orígenes e historia

El nombre "Vallvidrera" proviene del latín "Vallis Veteraria", que significa "valle de los caballos viejos". Sus orígenes se remontan a la época medieval, cuando era una pequeña aldea agrícola. La iglesia de Santa Maria de Vallvidrera, construida en el siglo XIII, es uno de los testimonios más antiguos de la zona y aún hoy se erige como un recordatorio de sus humildes comienzos.

En el siglo XIX, Vallvidrera comenzó a transformarse con la llegada de la burguesía barcelonesa, que buscaba un lugar tranquilo y fresco para escapar del bullicio de la ciudad durante el verano. La construcción del Funicular de Vallvidrera en 1906 facilitó el acceso al barrio, acelerando su desarrollo como una zona residencial de lujo.

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Una de las curiosidades más fascinantes de Vallvidrera es su climatología. Debido a su altitud, el barrio experimenta temperaturas ligeramente más frescas que el resto de Barcelona, lo que lo convierte en un refugio ideal durante los calurosos meses de verano.

Otro aspecto interesante es su biodiversidad. La sierra de Collserola, que rodea Vallvidrera, alberga una gran variedad de flora y fauna. Es común encontrar jabalíes, zorros y una amplia gama de aves en sus bosques, lo que añade un encanto especial al barrio y atrae a los amantes de la naturaleza.

La leyenda del Monstruo de Vallvidrera

Además, Vallvidrera es conocido por sus leyendas urbanas. Una de las más famosas es la del "Monstruo de Vallvidrera", un supuesto ser que habita en los bosques y que ha sido objeto de numerosas historias y relatos entre los vecinos.

Entre los lugares más emblemáticos de Vallvidrera destaca la Torre de Collserola. Este rascacielos de telecomunicaciones, diseñado por el famoso arquitecto Norman Foster y construido para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, ofrece una vista panorámica espectacular de la ciudad y sus alrededores. Su mirador, situado a 560 metros sobre el nivel del mar, es el punto más alto desde donde se puede observar Barcelona.

El pantano de Vallvidrera es otro sitio de interés. Construido en 1864, este pequeño embalse se encuentra en el corazón de Collserola y proporciona un espacio tranquilo para pasear y disfrutar de la naturaleza. Su entorno es ideal para actividades al aire libre como el senderismo y el ciclismo.