Parece Euskadi, pero está en Barcelona: así es el sendero más bonito de Catalunya

Ubicado en la comarca de Osona, el sendero que lleva al monasterio de Sant Pere de Casserres es considerado por muchos como uno de los más bellos de Catalunya. Este camino serpenteante no solo ofrece una experiencia de senderismo excepcional, sino que también transporta a los caminantes a un paisaje que recuerda a las verdes colinas y los impresionantes acantilados del País Vasco. El monasterio de Sant Pere de Casserres, una joya románica del siglo XI, se alza majestuoso sobre un meandro del río Ter, brindando vistas panorámicas que quitan el aliento.

El sendero comienza en la pequeña localidad de Tavèrnoles, desde donde se inicia una ruta que atraviesa frondosos bosques de encinas y robles, llenos de vegetación que cambia de tonalidades con cada estación. La frescura del ambiente y el susurro del viento entre las hojas hacen de esta caminata una experiencia sensorial incomparable. A medida que uno avanza, el río Ter aparece a intervalos regulares, añadiendo un toque de serenidad con su murmullo constante.

Un entorno natural único

Una de las características más destacadas de este sendero es su variedad de paisajes. En ciertos tramos, los caminantes pueden encontrarse rodeados de una vegetación tan densa y verde que es fácil olvidar que están en Catalunya y no en Euskadi. Esta similitud paisajística no es casual; la influencia de los vientos húmedos y la orografía crean un microclima especial que favorece la exuberancia del entorno natural.

Vista panorámica del monasterio de Sant Pere de Casserres SHUTTERSTOCK

El punto culminante del recorrido es, sin duda, el monasterio de Sant Pere de Casserres. Construido en el siglo XI, este monasterio benedictino es un ejemplo sublime de la arquitectura románica catalana. Su ubicación estratégica, en una montaña rodeada por el río Ter en tres de sus lados, ofrece una sensación de aislamiento y tranquilidad que invita a la reflexión y la contemplación. Desde sus miradores, se pueden apreciar vistas espectaculares del paisaje circundante, donde el azul del río contrasta con el verde de los bosques y el marrón de las rocas.

El monasterio de Sant Pere de Casserres

Dentro del monasterio, los visitantes pueden explorar sus claustros, la iglesia y otras dependencias monacales, todo ello restaurado con esmero para conservar su autenticidad histórica. La atmósfera que se respira en este lugar es de una paz sobrecogedora, un remanso de calma en medio de la naturaleza.

El sendero de Sant Pere de Casserres no solo es una delicia para los amantes del senderismo, sino también para aquellos interesados en la historia y la arquitectura medieval. La combinación de belleza natural y patrimonio histórico hace de esta ruta una experiencia única en Catalunya.