Este fin de semana, Barcelona se prepara para enfrentar una ola de calor extremo. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha emitido una alerta amarilla en la capital catalana debido a las elevadas temperaturas que se esperan en los próximos días.
Las temperaturas mínimas se mantendrán en torno a los 26 grados centígrados, mientras que las máximas podrían alcanzar los 32 grados, un escenario que podría causar un incremento significativo en la sensación térmica, especialmente debido a los vientos de 10 kilómetros por hora que acompañarán el clima.
El Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat), también ha alertado sobre el intenso calor que se vivirá este fin de semana. Las previsiones para el sábado indican una jornada soleada con temperaturas que ya superan los 25 grados en áreas como el Barcelonès, Baix Llobregat y Maresme, lo que anticipa un día sofocante.
Episodio de calor extremo en Barcelona
Este episodio de calor extremo se produce en el contexto de un verano que ha sido especialmente duro para Barcelona. La ciudad ha registrado temperaturas históricas, con un pico máximo alcanzado el pasado martes, 30 de julio, cuando los termómetros marcaron la asombrosa cifra de 40 grado. Este récord, anunciado por Alfons Puertas, meteorólogo del Observatori Fabra, en sus redes sociales, superó el máximo histórico previo de 39,8 grados registrado en julio de 1982.
Barcelona, como muchas otras ciudades del mundo, está experimentando episodios de calor cada vez más intensos y frecuentes, lo que plantea serios desafíos para la salud pública y el bienestar de sus ciudadanos. Protecció Civil ha recomendado a la población tomar precauciones para evitar los efectos negativos de la ola de calor. Entre las recomendaciones se encuentran mantenerse hidratado, evitar la exposición prolongada al sol, y permanecer en lugares frescos durante las horas de mayor temperatura.
Barcelona se enfrenta a un fin de semana complicado debido a la ola de calor extremo que ha activado las alertas meteorológicas. Con temperaturas que desafían los récords históricos y una sensación térmica que promete ser sofocante, es crucial que la población tome las medidas necesarias para protegerse del calor y evitar cualquier riesgo para la salud.