A tan solo una hora de Barcelona, se encuentra uno de los rincones más encantadores de la Costa Brava: Tossa de Mar. Este pueblo costero, que combina historia, cultura y naturaleza en un escenario de ensueño, es conocido por sus playas paradisíacas y su encanto medieval. Tossa de Mar es el destino perfecto para quienes buscan escapar del bullicio de la ciudad y sumergirse en la tranquilidad de un lugar que parece sacado de una postal.
Una de las joyas más preciadas de Tossa de Mar son sus playas. La Playa Gran, que es la principal, se extiende a lo largo de un kilómetro de arena dorada y aguas cristalinas, y ofrece una vista inigualable de la icónica muralla medieval que rodea el casco antiguo del pueblo. Esta playa es ideal para relajarse bajo el sol, nadar en aguas limpias o disfrutar de alguna de las actividades acuáticas que se ofrecen en la zona, como el paddle surf o el snorkel.
Los rincones de Tossa de Mar
Pero Tossa de Mar no es solo sol y playa. Este pequeño pueblo tiene una historia que se remonta a la época romana, como lo demuestran los restos de la villa romana de Els Ametllers. Sin embargo, lo que más destaca es su imponente recinto amurallado, conocido como la Vila Vella.
Este conjunto medieval, que data del siglo XII, es único en la Costa Brava y ha sido declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional. Sus calles empedradas, flanqueadas por casas de piedra y pequeños comercios, invitan a perderse en un viaje al pasado. Desde la Torre del Homenaje, que se alza orgullosa sobre el acantilado, se puede disfrutar de una vista panorámica impresionante del mar Mediterráneo y del pueblo.
Un pueblo de playa que une tradición y modernidad
Uno de los mayores atractivos de Tossa de Mar es su fusión entre la tradición y la modernidad. A pesar de su rica historia, el pueblo ofrece una amplia gama de servicios turísticos, desde restaurantes de alta calidad que sirven tanto platos locales como cocina internacional, hasta hoteles y alojamientos que se adaptan a todos los gustos y presupuestos.
La gastronomía es otro de los grandes placeres de Tossa de Mar, con su especialidad en platos de mariscos y pescados frescos, como la famosa "cim i tomba", un guiso marinero tradicional que no puedes dejar de probar.
Las mejores calas de la Costa Brava
Además de sus playas y su patrimonio histórico, Tossa de Mar es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza. Sus alrededores están llenos de rutas de senderismo que serpentean entre los acantilados y ofrecen vistas espectaculares del mar. Los más aventureros pueden explorar las calas escondidas que se encuentran a lo largo de la costa, muchas de las cuales solo son accesibles a pie o en barco, como la Cala Pola o la Cala Giverola, auténticos paraísos de aguas turquesas y arenas finas.