Entre Mataró y Caldetes, se encuentra un pueblo idílico que ha capturado la atención de muchos barceloneses y se ha convertido en uno de los destinos de veraneo más codiciados de la capital catalana. Sus paisajes naturales, playas tranquilas y tranquilidad son algunas de las razones por los que se decantan por este rincón costero.
Hablamos de Sant Vicenç de Montalt, un municipio acogedor ubicado en la comarca del Maresme, lleno de historia y tradiciones.
Entre el mar y la montaña
Con una población de cercana a los 6.500 habitantes, esta pueblo costero ofrece, tanto al residente como al visitante, 1280 metros de playas con aguas cristalinas, y un paisaje rodeado de las montañas de la Cordillera Litoral.
Un único lugar donde poder bañarse en el mar esos días más calurosos de verano o donde disfrutar de excelentes paseos por la montaña rodeados de naturaleza.
Gran oferta cultural
Otro de los factores por los que se distingue Sant Vicenç de Montalt es por su gente abierta y participativa, acostumbrada a dar la bienvenida a todos aquellos que llegan.
El municipio combina la tranquilidad y belleza de algunos de sus rincones y parajes con su oferta cultural estimulante de fiestas populares y actividades lúdicas.
Lugares para visitar
Sant Vicenç de Montalt también una gran oferta de lugares a visitar, entre los cuales se halla el Parque de los Hermanos Gabrielistas, la Iglesia, la Torre de Can Valls, su Paseo Marítimo e incluso un magnífico Club de Golf que no dejará a nadie indiferente.
Potente gastronomía
La gastronomía que ofrece el municipio es fascinante. El Maresme se considera una de las huertas más grandes del país, rica en productos de la tierra y del mar, cocina tradicional y elaboración artesanal.
En Sant Vicenç de Montalt podremos encontrar restaurantes para todos los gustos, desde algunos que nos ofrecen los platos más típicos de la cocina catalana, hasta otros más glamurosos donde degustar auténticas exquisiteces.
Proximidad con Barcelona
Otra de las razones que hacen de este municipio una opción preferida por los barceloneses es su proximidad. En solo media hora en coche, se puede llegar desde Sant Vicenç de Montalt hasta la capital catalana.
En transporte público se puede llegar cogiendo las líneas R1, RG1 de Rodalies y en autobús con las líneas 603, C-20 y C-21.