El Corte Inglés de Portal de l'Àngel de Barcelona vive este sábado sus últimas horas abierto al público antes de echar el cierre a las 21.30 horas de forma definitiva y trasladar su actividad y trabajadores a centro que la empresa tiene en Plaza Cataluña, de mayor rendimiento económico.

El cierre se produce casi dos años después de la venta del edificio a Redevco Iberian Ventures, la sociedad conjunta entre la gestora inmobiliaria Redevco y el gestor de inversiones Ares.

El edificio, de unos 18.000 metros cuadrados y situado en una de las calles comerciales más transitadas de la ciudad, era un "complemento" de la oferta comercial del Corte Inglés de Plaza Catalunya, que está a menos de 200 metros de distancia, y básicamente centraba su oferta en artículos deportivos, que ahora se podrán adquirir en la octava planta y en una parte de la cuarta del emblemático edificio.

Traslado

Según fuentes de la empresa, toda la plantilla de Portal de l'Angel, más de un centenar de personas, se trasladará al centro de Plaza Catalunya, que ha vivido una remodelación integral.

Entrada del Corte Inglés de Portal de l'Àngel / METRÓPOLI

En el momento de la compra del edificio, Redevco Iberian Ventures explicó que quería "reposicionar" el inmueble para convertirlo en un edificio sostenible con plantas para comercio de primer nivel y otras que albergarán "oficinas de última generación".

Casi 30 años como ECI

El Corte Inglés compró este edificio, que antes había sido Galerías Preciados, en 1995, y lo abrió en 1998.

Curiosamente la iniciativa de la construcción del elegante edificio fue ya estuvo ligada al sector de la gran distribución y los grandes almacenes, en concreto los de la familia Jorba, procedente de Manresa.

El Corte Inglés de Portal de l'Àngel / LENA PRIETO (MA)

Historia centenaria

En 1919 abrió sus puertas Can Jorba en el número 19-21 del Portal de l' Àngel diseñado por el arquitecto Arnald Calvet. En su fachada, luce un conjunto escultórico de Lluís Fauli con la frase en latín 'Labor omnia vincit'.("El trabajo todo lo vence").

En sus últimas horas, y como es habitual en ese eje comercial cercano tanto a las Ramblas como a plaza Cataluña y la Catedral de Barcelona, el centro ha sido un ir de venir de turistas y visitantes ajenos a la noticia del cierre, que sí tienen muy presente tanto la clientela fiel como, sobre todo, su personal.